El Miércoles Santo irradia luz en la provincia

Y la luz se hizo paso entre las tinieblas. La provincia volvió a disfrutar ayer de una jornada en la que el tiempo volvió a acompañar y las hermandades pudieron cumplir con sus estaciones de penitencia.

San Fernando

La lluvia hizo que los cortejos procesionales del Miércoles Santo del año pasado se quedaran en sus templos. Por ello había ganas por parte de las cofradías. Aunque la jornada estuvo deslucida como consecuencia de la crisis. Y es que hubo más silencio de lo normal a causa de Vera Cruz, que salió sin banda. La hermandad atraviesa una situación económica complicada, como consecuencia de unos cursos de formación conveniados con la Junta, y el año pasado ya estuvo a punto de suprimir su estación de penitencia. Logró que no costara un euro a la cofradía y la lluvia evitó que viera la calle. Ayer no lo hizo. Vera Cruz salió pero de nuevo sin coste para sus arcas y tras mucho trabajo para que así fuera, lo que desluce el cortejo que iba sin música. Aun así no faltó a su cita. Gran Poder se llevó por tanto la atención en esta jornada. Otra de las cofradías de Barrio, dando protagonismo a Bazán. Su gran Señor, al que los vecinos acompañan de forma masiva. Este año se pudo ver una nueva fase del dorado del paso, su canasto lateral izquierdo. Por último Servitas que tampoco tiene banda, porque va acompañado por un trío de música. El luto llega con ella. Especial como siempre su paso por el callejón de las Ánimas.

Y mañana llega el día grande de la Semana Santa isleña. La jornada más larga, la que se va a vivir desde prácticamente el mediodía hasta la mañana del Viernes Santo. Perdón, Misericordia, Silencio, Tres Caídas y el Nazareno, la imagen con más devoción en la ciudad. A falta de grandes estrenos llama la atención el cambio de horario de Tres Caídas que abandona la madrugada para salir a las 13.30 horas de Bazán.

Chiclana

Jesús de Medinaceli y María Santísima de los Dolores volvieron ayer a ser los únicos protagonistas del Miércoles Santo en Chiclana. Un año más, la cofradía de la iglesia Mayor despertó la devoción de los varios centenares de fieles que se sumaron a la penitencia del desfile con sus velas encendidas, un número que contrastó con los 200 nazarenos que vistieron la túnica. La salida, como suele ocurrir cada año, y los alrededores de la plaza Mayor fueron algunos de los puntos donde se concentró más público que este año, además, pudieron contemplar el gran estreno de la jornada: el nuevo paso del Medinaceli. Se trataba de la primera fase de ejecución de una obra en talla del alicantino Domingo García Chauan que viene a sustituir al anterior trono de orfebrería. Lo que se pudo ver a lo largo del desfile de ayer fue la talla de los candelabros de guardabrisas, así como las obras generales de carpintería tanto del canasto como de los respiraderos. En la recogida, que al cierre de esta edición estaba prevista para las 02.00 horas, se vivió otro de los momentos álgidos de la procesión, pues a la cofradía le acompañaron las saetas en voz de Isabel Posada

Los dos pasos de Nuestro Padre Cautivo y Rescatado y Jesús de Medinaceli fueron portados por la peña de costaleros La Ilusión. Con Antonio Lozano Cabeza de Vaca como capataz del Cristo, y Manuel Soto de la Espada, para el palio. En cuanto al acompañamiento musical, la banda de cornetas y tambores Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos (Rota), lo hizo con el primero, y banda municipal de música Maestro Enrique Montero se encargó del segundo.

El Puerto

Cientos de nazarenos vestidos de azul y blanco partieron alrededor de las 19.30 horas desde la iglesia Mayor Prioral. Tras ellos el misterio conocido como El Olivo, en el que la imagen del Cristo reza a su padre buscando respuestas bajo un calvario de claveles rojo. La plaza de España vio emocionada cómo, con paso firme, los cuarenta costaleros mimaban con delicadeza el paso. Posteriormente salía el palio de María Santísima de Gracia y Esperanza. La parte más emocionante del recorrido llegó en las calles Recta, Curva y plaza de la Cárcel, debido a su estrechez, lo que convirtió en un espectáculo el control de los costaleros llegando a su culmen con la tradicional lluvia de pétalos en la plaza de la Cárcel. Para hoy se espera la salida de Humildad y Paciencia a las 19.45 horas desde la capilla de Nuestra Señora del Rosario de la Aurora.

Arcos

Arcos vivió ayer una de esas salidas procesionales de las que se disfrutan el doble porque llevan dos meses sin producirse. La hermandad de El Perdón tomó en 2013 la difícil decisión de quedarse en su templo ante la amenaza de lluvia y ayer volvió a derramar cera sobre las piedras del asfalto de la Ciudad Monumental. El morado y el blanco de sus penitentes volvió a ser protagonistas de una bella estación de penitencia en la que la sobriedad y la seriedad fueron las principales protagonistas. A las ganas de llevar dos años sin poder pasear a su Cristo y a su Virgen por Arcos, hay que unir las que tenía la hermandad por los importantes estrenos que puso en la calle. En concreto, el paso de misterio estrenaba el deseado dorado y el policromado del frontal y la Virgen de la Piedad mostraba su belleza tras una importante restauración.

La Cruz de Guía se puso en la calle a las 20.00 horas y cientos de arcenses y visitantes se congregaron a las puertas de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción para contemplar una de las salidas más bellas y espectaculares. Con dificultad la Cruz cruzó el pórtico de la Iglesia y la experimentada cuadrilla de costaleros afrontó la bajada de las gradas. En plena noche, se reencontró con callejuelas, plazas y rincones para fundirse en uno con la belleza de los monumentos de Arcos y su zona histórica.

Hoy jueves la localidad celebrará un par de desfiles procesionales antes de adentrarse en su noche más esperada del año, la Madrugá. A las seis de la tarde abrirán las puertas de San Juan de Dios para que la hermandad de la Vera Cruz inicie su estación de penitencia. Una hora después, saldrá de San Pedro la procesión del Silencio, a la que le seguirá el Nazareno.