La Casa Lazaga se compró hace más de una década con el objetivo de convertir el edificio en un hotel. :: C. C.
SAN FERNANDO

La falta de camas hace que la ciudad pierda oportunidades de cara al turismo

San Fernando sólo cuenta con unas 400 por lo que llena el cartel de 'completo' demasiado pronto y pierde visitantes en favor de otras localidades

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Los números no engañan. Las matemáticas son una ciencia exacta, aunque sus resultados sí que atienden a interpretaciones. Por ello, aunque San Fernando se alce como una de las ciudades con mayor ocupación hotelera durante esta semana, lo cierto es que es uno de los municipios en el que el turismo incide poco, al colgar su cartel de completo demasiado pronto.

Es algo que se ve de forma clara al hacer una simple comparativa. San Fernando con unos 100.000 habitantes aproximadamente tan sólo cuenta con tres hoteles, una cifra muy por debajo de la media provincial e incluso de municipios con censos más pequeños. El caso de Conil llama la atención pues con 21.000 habitantes cuenta con una veintena de estos establecimientos. La oferta en la provincia en este sentido es enorme y por ejemplo Jerez cuenta con 37; Chiclana, con un total de 24, El Puerto de Santa María tiene 27 y Cádiz, 25. En cuanto a número de camas la diferencia es todavía más pronunciada. San Fernando tiene unas 420 frente a, por ejemplo, las más de 11.000 de Chiclana.

Esto significa que cualquier gran evento que se celebre en la ciudad, tal y como pasó con el Campeonato Iberoamericano, tal y como pasa con el minibasket que acoge cada año por estas fechas la ciudad, o tal y como pasará con la Vuelta Ciclista, es una oportunidad perdida al desplazarse más gente a otras localidades que las que se quedan en San Fernando.

Lo cierto es que San Fernando no ha visto incrementado su número de hoteles desde hace más de 20 años, cuando abrió sus puertas el complejo de Bahía Sur. Este hecho ha ocasionado que el número de camas que La Isla destina a los turistas haya permanecido inalterable durante dicho periodo de tiempo. Motivo por el que ha perdido el tren en el que se han montado sus vecinos de la Bahía que han sabido crear una infraestructura y una oferta acorde con la demanda de Sol y playa para captar al turismo. El problema es que aunque La Isla cuenta con un futuro prometedor, ante la apertura de nuevos suelos primordiales para la ciudad, se desconocen los plazos para que alcance el modelo de las otras localidades y se creen grandes resort hoteleros que atraigan al visitantes por su fácil acceso, comodidad y sus ofertas de ocio y descanso.

La gran esperanza está puesta en Janer y en la construcción de un edificio destinado a equipamiento hotelero con unas 22 plantas. Un proyecto que parece consolidado, si bien hasta el momento se desconoce qué firma estaría detrás, aunque tampoco hay fechas para la apertura de sus puertas. Aunque el plazo de los trabajos son de dos años.

De todas formas, ya ha habido proyectos que han caído en el olvido después de haberse anunciado su consolidación. Antes del Bicentenario se realizaron muchos planes de cara a mejorar la ciudad hacia un modelo de ciudad orientado a la explotación turística y de hecho la creación de hoteles era una de las prioridades dentro del plan de actuaciones que se acordó de cara a la efeméride de Las Cortes. La intención era la de crear cuatro hoteles. Ninguno se ha puesto en marcha, ni siquiera su construcción.

El ejemplo de la Casa Lazaga que pretende convertirse en un hotel con encanto y lleva años en estado de abandono o del hotel escuela de El Barrero, en cuya parcela se ha colocado un aparcamiento al aire libre, son los más llamativos.