Drexler, el mejor colado del Falla

Hay crímenes que no prescriben. Uno de ellos acompañará para siempre al cantautor uruguayo Jorge Drexler. Hace unos once años, según confesó él mismo, «mi amiga Desirée me invitó al Falla, bueno, realmente me colé... luego me enteré de que eso aquí ya lo hacía más gente». Este aplaudido crimen, confesado en la noche del sábado en el Falla mientras ofrecía su cuarto concierto de la gira 'Bailar en la cueva', le ha condenado a estar unido a Cádiz, a no poder despegarse de la historia de una ciudad de cuyo Carnaval fue pregonero en 2013.

Como todos los artistas, Drexler dijo lo especial que era cantar en Cádiz para él. Pero como pocos hacen, empezó a citar a sus amigos gaditanos. «Un recuerdo para el Selu, para los Guatifó, para el Gómez (el gran Gómez), para la chirigota del Perchero, para mi amigo Jesús Bienvenido para...». Tras el largo repaso confesó que «siempre me pongo nervioso cuando toco aquí».

Pues para estar nervioso, el maestro Drexler se desenvolvió de maravilla. Afinó su mágica guitarra, a su entregada banda (que presentó en la segunda canción) y a un entregado público, con el que no paró de interactuar y al que hizo bailar, silbar, tocar palmas y palillos con una afinación que dejó sorprendido al propio respetable. Sorprendido y agradecido ( «Qué guapo eres, campeón», le gritó un espontáneo que, en rigor, no dijo campeón.)

El concierto se articuló en dos partes. En la primera (al principio y al final del recital) Drexler y su banda presentaron las canciones de 'Bailar en la cueva', su último disco. 'Todo cae', 'Data, data', 'Esfera' en la primera tanda y 'Canción del paparazzo', 'Bolivia', 'Universos paralelos', 'Bailar en la cueva' («invito al público a que, si quiere, se ponga de pie», les animó el cantautor) y la preciosa 'Luna de Rasquí', que fue coreada por el público y que contó con lo que él mismo definió como «tres palmeros de lujo», Jesús Bienvenido, Octavio Linares y Fali Figuier.

En la otra parte, la central, él vestido con su guitarra le preguntaba al público que qué canción quería oír. Los gritos del respetable ('Todo se transforma', 'Fuego y combustible', 'Fusión', 'una de Andy&Lucas') hicieron bromear a Drexler con que «creo que esto ha sido un tremendo error». En esta parte repasó alguno de sus éxitos más conocidos y se deleitó con sus temas más íntimos ( 'Milonga del moro judío', 'Disneylandia', 'Princesa bacana', 'Transporte'). Dos momentos destacaron en esta parte: cuando interpretó 'Cai creo que caí' (solo con la guitarra y acompañado a los coros por Bienvenido, Linares y Figuier) y en el momento en que dedicó 'Salvapantallas' a sus hermanos; en especial a uno, que está en Costa Rica, «se llama Javier Ruibal». El delincuente siempre vuelve al lugar del crimen. Drexler, no contento con colarse hace once años en el Falla, vino esta vez a robarle el alma al teatro. Y a juzgar por los aplausos y los vítores, lo consiguió.