Rostros de niños en la serie 'Iconos de silencio'. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Sociedad

Sin tiempo, sin lugar, eterno

Irene González inaugura nueva muestra en la galería Benot

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Cuenta sólo con 25 años y anda medio obsesionada con la nostalgia. El recuerdo como tópico, como lugar común, para su trabajo artístico. La malagueña Irene González cumplió ayer en Cádiz el sueño de cualquier creador que empieza: inaugurar su primera exposición individual. Lo hace en la galería Benot, y con la presentación de dos series. Un par de colecciones separadas en el tiempo, aunque de hilo conductor común. Es ese hurgar en el pasado para expresar, más que un hecho o una estampa que guarda la memoria, una sensación. 'Iconos de silencio' y 'Espacios en espera' forman en total 17 dibujos, algunos sobre madera y otros en papel. En ellos, González aplica varios de los errores más comunes de la fotografía, como la definición precaria o la sobreexposición, para ir creando imágenes cada vez más imprecisas.

La pluralidad de lecturas se ve reforzada al encaminarse a alcanzar lo que viene a llamarse la forma absoluta del objeto, su forma eterna. «Son obras sugerentes, no narrativas, que sitúan al espectador a un camino sugerido para que recomponga aquello que se le sugiere de forma oculta», explica la joven artista malagueña. En 'Iconos del silencio', el niño puede verse como un objeto arrancado de su temporalidad, una figura despojada de todo contexto sobre la que se proyectan sensaciones, sentimientos, frustraciones, miedos. Son primeros planos con una intención metafísica. «El cuerpo es reducido a sólo la cabeza que , sin ninguna referencia externa, se convierte en un icono que implica inteligencia, individualismo, aislamiento y silencio».

Igual ocurre, ese objetivo de eternizarlos, con los paisajes que componen 'Espacios en espera'. «El paisaje es entendido como la inmensidad interior, una naturaleza que tiene que ver con el inconsciente», destaca Irene González, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Granada en 2011. Desde muy pronto, la artista sintió interés por explorar en los recuerdos. «Me influyen mucho las fotografías antiguas. No es hasta cuando esas imágenes llevan mucho tiempo en la cabeza cuando empiezo a trabajar», subraya la joven artista, que reconoce sentirse muy ilusionada y agradecida con la exposición de Benot. El primer fruto de una relación que, confía, sea aún más productiva. De momento, 'Espacios en espera' e 'Iconos de silencio' pueden disfrutarse en la galería gaditana hasta el 9 de marzo en horario de lunes a viernes de 10 a 12.30 horas y de 17 a 21 horas, y los sábados de 10.30 a 14 horas.