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La Magdalena se queda sin sus islas flotantes para atraques

La APPA cierra el expediente al carecer de instalaciones en tierra y no poder garantizar ni la seguridad ni los servicios básicos a las embarcaciones

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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A finales del año 2012 se daba por hecha la concesión administrativa para la instalación de cinco islas flotantes en el caño de Sancti Petri, entre el puente Zuazo y el paseo marítimo de la Magdalena, con capacidad para 120 atraques. La Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) sometió por entonces a información pública tanto el proyecto básico como la documentación técnica. Este paso tenía un mes de plazo y tras el mismo se esperaba que la Junta diera luz verde, de manera definitiva, a la instalación de estas estructuras.

A comienzos de 2014 no hay ni una sola de las plataformas. ¿Qué ha ocurrido? Pues que la APPA ha decidido cerrar el expediente de tramitación al carecer el proyecto de instalaciones en tierra. De esta manera, las estructuras no contarían con la prestación de servicios básicos a las embarcaciones, ni tampoco garantizaría la seguridad para controlar maniobras o evitar robos. A todo ello hay que sumar las limitaciones medioambientales, ya que tampoco habría un sistema de evacuación de residuos. La APPA entiende que esta forma de atraque no puede limitarse a la venta de un espacio para colocar la embarcación, careciendo para ello de otras asistencias necesarias de modo que se pueda utilizar sin riesgo.

Lo curioso de todo ello es que ni el promotor del proyecto (Islas Flotantes de San Fernando SL) ni la consultora especializada en ingeniería náutica que se ha encargado de su desarrollo (Giménez Cuenca), conocían este extremo hasta ayer. El motivo que daban para la ausencia de trabajos era que se habían ampliado los trámites administrativos al solicitarse por parte de la Junta la necesidad de un informe de impacto medioambiental, lo que iba a retrasar la puesta en marcha de la iniciativa al necesitarse el visto bueno de otras administraciones como Costas. Este retraso hizo que los empresarios (emprendedores de la localidad) se plantearan incluso retirar la financiación, apostando finalmente por sacarlo adelante, a la espera de que a lo largo de este 2014 pudieran comenzar al menos las obras.

Sin embargo, este varapalo, del que se enteraron ayer mismo, tumba la posibilidad. De hecho aseguran no tener confirmación oficial de este extremo por parte de la APPA, que por su parte expuso de manera tajante que el informe está cerrado y por lo tanto no se puede acometer. Así que lo único que queda es que se replantee la iniciativa, que requeriría de un presupuesto mayor para que sea una realidad, o por el contrario la otra alternativa es que se deje morir, por lo que otra aspiración turística caería en saco roto.

La idea se dio a conocer a principios de 2012 cuando se iniciaron los primeros trámites con la Junta de Andalucía. Desde un principio, se destacó su débil impacto medioambiental y se acogió como un proyecto innovador y sostenible. La intención era levantar cincos islas flotantes y cada una de ellas con capacidad para un total de 24 embarcaciones, de no más de seis metros de eslora. Su gran ventaja se encontraba en la sencillez de su diseño, ya que su instalación no requiere de un dragado previo al ajustarse al calado existente en la zona. Por lo que se minimiza el daño al medio ambiente. Su coste es relativamente moderado, y dependiendo de la eslora de las embarcaciones, oscilaría entre los 84.000 y los 120.000 euros. El precio de los atraques se pretendía que estuviera entre los 3.000 y los 6.000 euros.