Gas Natural, del amor al olvido de los astilleros españoles en diez años

Del amor al olvido en solo diez años. La empresa española Gas Natural ha sido uno de los mejores clientes de Navantia en construcción civil. Los primeros gaseros que se pusieron a flote salieron, precisamente, de los astilleros gaditanos, sin embargo, la vida da muchas vueltas. LA VOZ reproduce la carta de felicitación que envió en noviembre de 2003 el director de Transporte Marítimo de Gas Natural, Julio Trenas, a la dirección de Navantia, entonces Izar, alabando su «capacidad tecnológica y experiencia». Este reconocimiento tuvo lugar tras la entrega a Gas Natural del metanero 'Castillo de Villalba', fabricado en el astillero de Puerto Real. Navantia no entiende ahora cómo una empresa que ha defendido siempre el potencial técnico y humano de los astilleros públicos españoles es capaz de argumentar todo lo contrario.

Fuentes del sector industrial naval insisten en que la tecnología que aplican los astilleros coreanos y japoneses en la construcción de los gaseros de tercera generación es idéntica a la que se puede desarrollar en España. De hecho, es una patente francesa, otra cosa bien distinta, es que sea más barato su montaje en plantas asiáticas.

Desprestigio infundado

Así, desde el Colegio y la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España han denunciado de nuevo que se está realizando «una descalificación inadmisible e infundada de la industria española», cuyo daño al conjunto del sector y a sus posibilidades tanto a nivel nacional como internacional es enorme. Según estos expertos, la industria de la construcción naval española en su conjunto y concretamente los ingenieros navales a los que representamos, no carece ni de conocimientos ni de tecnologías para acometer la construcción de estos buques. Hay que destacar que todavía no hay ningún astillero que haya construido y entregado buques LNG de estas características. Esta nueva generación de buques gaseros, utiliza tecnologías y equipos perfectamente conocidos por la industria española que lleva trabajando activamente en el estudio de adaptación de los barcos anteriores (sustitución de las turbinas de vapor por propulsión diesel-eléctrica) durante los últimos años, junto con los armadores y charteadores. Los buques construidos recientemente no están en absoluto obsoletos (tienen entre 10 y 6 años), ya que siguen estando perfectamente en operación y con éxito por las mismas compañías que serán los armadores de los nuevos gaseros.

El paréntesis sufrido y obligado por no disponer del instrumento Tax Lease no ha impedido que se trabajara técnicamente.