Teófila Martínez remodela su equipo de Gobierno y apunta a nuevos retos

Teófila Martínez mueve ficha. Y lo hace de forma sorprendente. Motivos hay, ella mismo lo explicó ayer al final de la rueda de prensa que concedió para hablar de los asuntos tratados en la Junta de Gobierno, pero seguramente sean más numerosos y más potentes que los expuestos.

Ante la prensa, la alcaldesa de Cádiz justificó los cambios por dos razones. La primera es que se hacía necesaria una reestructuración de las áreas de Gobierno del Ayuntamiento una vez superado el año de los años, el 2012. Expuso Martínez que la dimensión que ha adquirido Cádiz como enclave cultural y turístico después de los actos celebrados para conmemorar el Bicentenario hace necesario un esfuerzo «para mantener vivo lo conseguido. El Doce no era un punto de llegada, sino un reto, un punto desde el que mirar hacia delante con garantías de éxito». El objetivo a fin de cuentas es sacar la máxima rentabilidad al legado del Doce.

Y es justo por eso por lo que se ha tomado la decisión de crear una nueva área de Gobierno, la de Desarrollo Cultural, que viene a sumarse a las ya existentes de Presidencia, Hacienda, Familia, Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Limpieza y Seguridad Ciudadana.

El coordinador de la nueva área será Juan José Ortiz. Bajo su supervisión estarán las concejalías que el mismo dirige, Cádiz 2012, Relaciones Institucionales y Comunicación; también la de Universidad, que seguirá llevando Pablo Chaves; las de Cultura y Deportes, que tendrán al frente a Alejandro Varela; y una nueva, la de Artes Escénicas, que queda bajo la dirección de Antonio Castillo.

Esta es la novedad más visible y la segunda razón del cambio, el paso atrás de Antonio Castillo, que después de 14 años al frente de Cultura, deja su puesto para concentrarse en su nuevo cargo, una concejalía creada siguiendo el patrón de sus preferencias y que se encargará de la gestión de los espacios escénicos y la programación de los festivales que se celebran en la ciudad. Martínez contó ayer que «Castillo hace tiempo que había comunicado su intención de dedicarse exclusivamente a la docencia».

Otro cambio evidente es el de Alejandro Varela, que se hace fuerte con una nueva competencia que, más allá del propio trabajo que conlleva, obliga a su responsable a ser una de las caras del Gobierno municipal. Desde su llegada al Ayuntamiento ha demostrado tener aptitudes para las relaciones públicas, lo que no le ha librado de verse envuelto en varias polémicas. Como concejal de Cultura su labor será más visible y su presencia habitual en los actos públicos en los que se cuenta con miembros del Ayuntamiento adquirirá una nueva dimensión política.

Pero más allá de lo evidente, hay que hacer una segunda lectura. La nueva área que se crea ensalza la figura de Juan José Ortiz. Ya después de las últimas elecciones municipales de 2011 se le dio el caramelo del Bicentenario. Ponerlo al frente de la concejalía de Cádiz 2012 cuando la celebración llegaba a su momento culminante era de por sí un premio. Es además responsable de Comunicación, una parcela muy importante para el equipo de Teófila Martínez. Pero la asunción de estas nuevas competencias lo pone a la altura de los que hasta ahora habían sido considerados los 'hombres fuertes' de Teófila Martínez: José Blas Fernández, Ignacio Romaní y Mercedes Colombo. Incluso entre sus responsabilidades estarán algunas que hasta ahora dependían de sus compañeros, que ven así reducida su carga de trabajo. O su poder, según se mire.

La cara amable

Pero que el cuarto teniente de alcaldesa está en línea ascendente no es algo nuevo. Desde hace unos meses está asumiendo un papel protagonista en actos institucionales e incluso haciendo labores de portavoz municipal. Han sido llamativas situaciones en las que, por ejemplo, Ortiz se ha encargado de dar cuenta de los asuntos tratados en la Junta de Gobierno local en ausencia de Teófila Martínez, lo que no tendría más trascendencia de no ser porque sus predecesores en el organigrama municipal sí que estaban en San Juan de Dios. Quizá tendrían otras cuestiones que resolver. Lo cierto es que, sea por las razones que sean, en tiempos en los que Fernández, Romaní o Colombo se han visto envueltos en variadas y desagradables polémicas, ha sido Juan José Ortiz, casi siempre flanqueado por Bruno García, el que ha hecho gala de sus galones, los antiguos y los recién adquiridos, y se ha convertido en la cara amable de un equipo de Gobierno que ha vivido tiempos mejores.

Cuestión aparte es el debate sucesorio que muchos ven detrás de esta maniobra. En el entorno de Teófila Martínez, siempre muy disciplinado, nadie osa hablar siquiera de la posibilidad de que la alcaldesa esté pensando en la retirada. Ella misma se está encargando de repetir, cada vez que algún miembro de la oposición le pide que dimita o le augura una derrota electoral, que no se irá del Ayuntamiento hasta que los ciudadanos lo decidan así en las urnas.

Queda algo más de un año y medio para deshojar la margarita en el PP. Pero la carrera ya ha comenzado y desde luego Juan José Ortiz va tomando posiciones y adelantando rivales. Habrá que ver si él y todos los demás aguantan el ritmo que marca Teófila Martínez. Nunca ha sido fácil, pero para un pelotón acostumbrado a correr en liso, encontrarse con unas pocas vallas lo hace aún más difícil.