El barco español 'Cantabria' pasa delante del buque 'Camberra', construido en Ferrol para la marina de Australia. :: L. V.
CÁDIZ

Australia vuelve al rescate de Navantia y confía la construcción de dos barcos más

La Marina australiana ha utilizado durante nueve meses el buque español 'Cantabria' y quiere incorporar este modelo de BAC en su flota

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El buque 'Cantabria' vuelve a casa después de nueve meses en Australia. El pasado 23 de octubre zarpó con rumbo a su sede gallega, en el arsenal naval de La Graña. El viaje de este barco a las antípodas ha formado parte de una acción conjunta entre el Ministerio de Defensa de España, la compañía Navantia y la Marina australiana. El objetivo era promocionar el potencial industrial de nuestro país en materia de construcción naval militar pero, al mismo tiempo, el acuerdo perseguía que la Marina australiana comprobara 'in situ' las capacidades de este barco de aprovisionamiento en combate con el ánimo de conseguir un contrato de construcción para Navantia. Para ello, ambos gobiernos pactaron el uso conjunto de la embarcación con la premisa de que el gasto de viaje y mantenimiento de la dotación española corría por cuenta del gobierno australiano. Durante este tiempo que el BAC 'Cantabria' ha permanecido en aguas australianas, la Marina de aquel país ha podido evaluar las capacidades del buque, así como su versatilidad.

El Gobierno de Australia es uno de los mejores clientes de los astilleros públicos españoles. En poco más de seis años ha encargado a Navantia dos portaaviones, tres destructores y doce lanchas de desembarco. En octubre 2007 aprobó el contrato para la construcción en la planta de Ferrol de dos buques similares al 'Juan Carlos I'. Se trataba del 'Camberra' y el 'Adelaide', una operación que supuso para Navantia algo más de 915 millones de euros. Posteriormente, el Gobierno adjudicó a Navantia la construcción de tres destructores por valor de 285 millones de euros. El último encargo han sido doce lanchas de desembarco, que se construyen en estos momentos en la factoría gaditana de San Fernando.

La misión que ha llevado el 'Cantabria' a Australia durante los últimos nueve meses ha sido muy similar a la emprendida a finales de 2007 por la fragata F-101 'Álvaro de Bazán'. Este barco de guerra, otra de las joyas de la corona de la Armada española, sirvió de gancho para que Australia firmara el contrato para la construcción de tres destructores. Sin embargo, este acuerdo, a diferencia del resto, se lleva a cabo por transferencia tecnológica. Es decir, los ingenieros españoles prestan asistencia técnica a la construcción de los buques en los astilleros australianos.

De nuevo la Marina de Australia tiene necesidades para renovar su flota y busca dos barcos de aprovisionamiento en combate, similares al 'Cantabria' español. El gobierno australiano sacará a concurso el próximo año este contrato público y todo apunta a que España es la favorita para llevarse el gato al agua. De hecho, los nueve meses de prueba y diagnóstico que ha pasado el Cantabria en aguas australianas han sido decisivos para formar una opinión entre el staff militar australiano.

Fuentes de Navantia han adelantado que existe un alto grado de satisfacción entre los responsables militares de la Royal Australian Navy (RAN). En este tiempo, han podido evaluar la capacidad de apoyo logístico del buque, así como proporcionar instrucción y adiestramiento conjunto. El BAC 'Cantabria' está diseñado para suministrar apoyo a la Fuerza Naval durante un periodo de 50 días en situación de paz y de diez en situación de combate sin necesidad de entrar en puerto para reaprovisionar. Es capaz de servir de plataforma de helicópteros medios y pesados o de transporte de material, recibir líquidos y sólidos, proporcionar asistencia sanitaria y almacenar residuos sólidos de otras embarcaciones.

La construcción del 'Cantabria' comenzó en julio de 2007 en el astillero de Puerto Real y su puesta a flote se produjo el 21 de julio 2008, amadrinado por Aurora Díaz Abella, esposa del entonces presidente de la comunidad autónoma de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. El 26 de julio de 2010 partió desde Puerto Real con destino a la base naval de Rota, tal y como estaba previsto para realizar la ceremonia de entrega el 29 del mismo mes, presidida por el almirante general jefe de Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo García, con la presencia, en calidad de invitados de honor, del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y su esposa Aurora Díaz. Es el buque de mayor tamaño de la Armada tras el Juan Carlos I, con 162 metros de eslora y una dotación compuesta por 122 personas.