Imagen de la lápida de Salvochea, fallecido ahora hace 106 años. :: L. V.
cultura

Las deudas de Cádiz con Salvochea

Gutiérrez Molina presenta un libro con textos de Vallina y Rocker sobre el alcalde

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Si en algo se está de acuerdo sobre la figura de Fermín Salvochea es en la idea de que su personaje ha trascendido para convertirse en un mito que todo el mundo, independientemente de la ideología en la que crea, ha asumido. Y respeta. Para todos los gaditanos, la del alcalde es una de esas trayectorias clave en la historia de la ciudad y del resto de España, aunque ni su vida ni su influencia sean lo suficientemente conocidas. 'Fermín Salvochea. Crónica de un revolucionario' (Editorial Renacimiento, 2012) aspira a servir de apoyo a una futura y más completa biografía del presidente del Cantón durante la primera época republicana, del que el pasado viernes se cumplió el 106º aniversario de su muerte.

En realidad, esta obra firmada por el historiador José Luis Gutiérrez Molina que se presenta mañana en la Biblioteca Provincial dentro del ciclo 'Letras Capitales' del CAL, es una reedición de dos de los textos más importantes sobre el anarquista gaditano, y que han sido elegidos por su difícil accesibilidad. El primero de los escritos está firmado por Rudolf Rocker, uno de los más destacados anarcosindicalistas europeos. Este documento se remonta al año 1908 y originalmente fue redactado en yidis (lengua judía). No fue hasta la década de los 20 y gracias a una editorial argentina cuando aparece una primera edición en español. Sobre esa base se asentarían futuras reediciones. La primera vez que se editó en España fue en los años 30 en forma de folletón y por última, una vez ya en el exilio francés, a finales de los 40.

Novedades y rectificaciones

El otro texto sobre Salvochea es obra de su íntimo amigo Pedro Vallina, al que conoció mientras el sevillano cursaba Medicina en Cádiz. «Él era quien teóricamente iba a ser el depositario de la historia de Salvochea pero, como él, tuvo una vida muy agitada», explica Gutiérrez Molina sobre este anarquista médico de profesión que escribió este largo documento «casi de memoria» en 1950 durante su exilio. Como le predijo el alcalde gaditano, recuerda Gutiérrez Molina, tanto guardar información sobre su persona le iba a resultar inútil si persistía en sus ideas anarquistas. Y así sucedió. La Guerra Civil le sobrevino estando Vallina en Almadén y la biblioteca en la que recopilaba todo cuanto conocía de Salvochea fue quemada.

Además, el libro se presenta con una amplia introducción preparada por Gutiérrez Molina, que ofrece al lector unas semblanzas de los autores y el protagonista, permitiendo tener un conocimiento más amplio de sus personalidades, al tiempo que sitúa el proceso de elaboración y edición de ambos textos. Del extenso esbozo biográfico de Fermín Salvochea, Gutiérrez Molina dice haber introducido nuevas aportaciones que suman a la hasta ahora más completa semblanza del líder anarquista, la escrita por el también gaditano Fernando Puelles y Puelles. Con novedades y rectificaciones de algunas cuestiones hasta ahora irrefutables. «Su familia no era tan millonaria como se pensaba, sí, pertenecía a la burguesía acomodada, pero no tenía tanta fortuna como se ha dicho», asegura el historiador gaditano. Para la publicación de esta obra, Gutiérrez Molina también ha consultado tres archivos (dos en Cádiz y uno en París), una veintena de medios de comunicación de la época y posteriores, y numerosa bibliografía.

Los datos que aparecen en 'Fermín Salvochea. Crónica de un revolucionario' son, sin embargo, insuficientes a ojos de su autor. «Salvochea está esperando aún una biografía completa que despeje las zonas oscuras que todavía se ciernen sobre su persona. Hay aspectos que no se han tratado aún o de forma estricta como las razones por las que un joven intelectual se convierte en un hombre de acción. De cómo pasa de la pluma a la pistola. Tampoco se conocen muchos datos sobre su vida personal, así como de su largo periodo carcelario. Otro hueco por tapar tiene que ver con su último exilio, del que se sabe fue en Tánger y por un delito de prensa», argumenta el historiador.

«Está bien que le canten en Carnaval o le dediquen un premio, pero hay otras cosas que expresarían una mayor preocupación o interés por su figura como la decisión sobre sus restos o darle un espacio público en el centro de la ciudad. Cádiz tiene varias deudas con Salvochea. Es cierto que es un personaje difícil de seguir porque fue un heterodoxo que estuvo en los límites de la integración social, pero también es verdad que es un mito que merece que sea conocido de verdad», insiste. Una biografía, así como una auténtica recopilación de su obra, ayudaría a ese conocimiento. De momento, las aproximaciones más certeras son la citada biografía de Puelles; 'Fermín Salvochea. Un anarquista entre la leyenda y la historia', una monografía escrita hace un cuarto de siglo por un equipo de investigación de la Universidad de París y 'Fermín Salvochea (1842-1907): Historia de un Internacionalista. Una Herramienta para el futuro', publicada por la Diputación de Cádiz y la Asociación Cultural y Universitaria Ubi Sunt. Hace dos años se publicó '65 salvocheas', un poemario escrito entre otros tantos autores, coordinado por Juan Alarcón y el propio José Luis Gutiérrez Molina y editado por Quorum.

Esta tarde a las 18 horas, y dentro de los actos en recuerdo al revolucionario gaditano, la asociación de amigos Fermín Salvochea tiene prevista la colocación de una nueva placa de la 'Ruta Fermín Salvochea'. La cita es en la plaza de la Candelaria.