CÁDIZ

El Gobierno cierra flecos con varias empresas para que Navantia construya cuatro gaseros

El ministro Montoro anunciará a final de mes o primeros de octubre el contrato, que sitúa al astillero de Puerto Real como epicentro de la obra

C ÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El contrato para la construcción de cuatro barcos gaseros en los astilleros públicos españoles ha madurado y está a punto de hacerse oficial por parte del Gobierno de la Nación. Casi un año han durado las conversaciones con el consorcio empresarial formado por Gas Natural y Repsol, máximo responsable de la operación, así como con armadores y navieras, encargados de contratar la construcción de los buques para luego alquilarlos a las compañías de gas. Este periódico ha podido saber que el Ministerio de Hacienda negocia con ambas empresas los últimos flecos del contrato que permitiría a Navantia un respiro económico y, al mismo tiempo, carga de trabajo en sus plantas. No ha sido fácil llegar a un punto de encuentro entre las partes, debido a las ofertas recibidas de los astilleros asiáticos para fabricar los barcos a un coste más competitivo que el aportado por Navantia, sin embargo, los contactos con el Ministerio para que el contrato se quede definitivamente en España han ido encaminados en los últimos meses a la posibilidad de conceder beneficios fiscales a ambas compañías con el compromiso de atar el contrato en nuestro país.

Todo apunta a que el Gobierno anunciará a final de este mes o mediados de octubre este importante contrato de construcción naval. Para ello, todas las partes han tenido que ceder en sus pretensiones. El consorcio Gas Natural-Repsol ha puesto sobre la mesa del Gobierno la necesidad de que se ajuste un precio competitivo para sacar adelante la inversión. Por su parte, Navantia aplicará, como ya anunció el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, principal accionista de los astilleros públicos, un duro plan de ajuste para reducir costes en la compañía. Esta actuación implica, al mismo tiempo, un plan específico para reducir los costes de producción en la empresa. El Gobierno, principal interesado en que el contrato se quede en España, ha ejercido de mediador para buscar fórmulas fiscales que compensen la decisión de Repsol-Gas Natural.

El ministro Montoro visitará Sevilla a finales de septiembre para explicar los pormenores de la nueva Zona Franca que abrirá sus puertas en la capital hispalense. El titular de Hacienda aprovechará el viaje para visitar Cádiz y detallar también la inversión de 200 millones de euros que recibirá el recinto fiscal gaditano en los próximos años. Es probable que Montoro aproveche su presencia en la Bahía para dar a conocer el contrato de los gaseros.

El acuerdo en cuestión recoge la construcción de cuatro gaseros, que aportarán carga de trabajo a los astilleros de Navantia y a una empresa privada entre 2014 y 2016. La obra se llevará a cabo en cuatro plantas de Navantia, es decir, las factorías de Cartagena, que se encargará de la fabricación de los motores, mientras que la construcción se fijará en Ferrol, San Fernando y Puerto Real, siendo esta última factoría el epicentro del contrato, ya que será el sitio elegido para ensamblar las cuatro unidades. Además, el Gobierno y el consorcio empresarial han incluido también a un astillero privado de Sestao para evitar recelos, discriminación y competencia.

La ingeniería está avanzado

En cuanto a los plazos que se manejan, LA VOZ ha podido saber que la intención es arrancar la obra en el primer trimestre de 2014 con el corte de chapa. El trabajo de ingeniería se encuentra muy avanzado, ya que los técnicos de Navantia han utilizado como modelo para desarrollar este nuevo contrato, el diseño utilizado entre 2001 y 2004 en la construcción de otros cuatro buques. Los ingenieros han introducido algunos cambios tecnológicos en los planos que, pese a lo complejo, no suponen la redacción de un nuevo proyecto.

El astillero de Puerto Real cobró en aquella ocasión especial importancia al desarrollar en exclusiva la construcción de tres buques, un cuarto se hizo en Sestao. El primero de ellos fue el 'Castillo de Villalba', contratado por Gas Natural, después el 'Cádiz Knutsen', de Unión Fenosa, y el tercer gasero que construyó Navantia-Puerto Real fue el 'Iván Tapias', de Repsol. Aquel contrato, al igual que se pretende ahora, también abrió la mano a la empresa privada y fue el astillero de Sestao el encargado de poner a flote para Repsol-Gas Natural el cuarto gasero, el 'Sestao Knutsen'.

Los barcos que se construirán ahora, de similares características que los anteriores, tienen 285 metros de eslora, 43 de ancho, 11,4 de calado y 26 de altura. Son del tipo LNG (Liquefied Natural Gas). La construcción de un buque supone una media de 1,8 millones de horas de trabajo.

El consorcio empresarial formado por Repsol y Gas Natural se ha hecho con una nueva ruta de explotación gasística entre Estados Unidos y Japón, que necesita de toda la logística para su desarrollo. La nueva línea precisa de cuatro gaseros en una primera fase y de un quinto, posteriormente, para el transporte del combustible. Tanto Repsol como Gas Natural forman un consorcio internacional en el que también participa la empresa Stream, encargada de gestionar una flota de 13 gaseros. Estos barcos son propiedad de distintos armadores, que operan para el consorcio español en régimen de alquiler o leasing. Son las navieras las que encargan los barcos y el consorcio el que los alquila.