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La Policía intensifica el control sobre la venta ambulante ilegal

Este tipo de práctica irregular se multiplica en las zonas más concurridas durante el verano, como es el caso del paseo de Valdelagrana

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La Policía Local ha asestado un golpe a la venta ambulante ilegal, una práctica que se multiplica durante los meses de verano y a la que se intenta plantar cara. Hace apenas unos días, agentes de Policía Local consiguieron retirar de la calle una gran cantidad de mercancía presuntamente falsificada y destinada a la venta ambulante ilegal.

En concreto, en la última actuación se incautaron de 250 prendas supuestamente falsificadas, así como de otros efectos, entre los que había más de 385 CD y DVD.

Los autores han sido identificados y denunciados ante la autoridad judicial por supuestos delitos contra la propiedad industrial e intelectual. Sin embargo, pese a que actuaciones de este tipo suelen causar un gran perjuicio al vendedor ambulante en cuestión que se queda sin mercancía y suele perder el dinero que ha invertido, dicha práctica casi no se resiente. No hay más que visitar los puntos de mayor afluencia de la localidad para darse cuenta de esto.

Vendedores habituales

La presencia de vendedores ambulantes ilegales es habitual en Valdelagrana, por ejemplo, donde cada año proliferan numerosas personas con productos de imitación de primeras marcas. Camisetas de fútbol, bolsos y relojes son algunos de los productos que pueden encontrarse a precio de saldo, así como colgantes, pulseras y gafas de sol.

Cabe destacar que si bien esta medida se considera perjudicial para los negocios regulados que sí hacen frente a las tasas y los gastos de apertura y personal. Varios colectivos de comerciantes señalan que «son muchas las personas que finalmente acaban sucumbiendo ante la posibilidad de lucir un bolso cuyo precio puede alcanzar en una tienda oficial varios cientos de euros por entre 15 y 20 euros».

La lucha contra la venta ambulante ilegal es uno de los grandes caballos de batalla de las asociaciones de comerciantes. Sin embargo, pese a que su presencia es previsible y notable, son conscientes de que «es difícil poner las medidas de control necesarias para terminar con ella».