Chiclana

«Somos víctimas de una injusticia»

Eliseo y Rocío llevan un año luchando para evitar su desahucio, ahora archivado

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Cinco meses sin poder pagar la hipoteca porque la ayuda económica familiar que recibían en 2011 Rocío Medina y Eliseo Cisneros no daba para tanto. Los dos estaban en paro y era el único ingreso que recibían en el hogar. Cinco meses tardó en llegar a la puerta de su casa, en la calle Valencia, un funcionario del juzgado para comunicarles que el 12 de junio de 2012 el piso sería subastado.

Finalmente el proceso quedó desierto y se la adjudicó la propia entidad bancaria, que les instó a entregar las llaves el día 31 de ese mes. Ahora hace un año de eso y la pareja junto a sus dos hijas de 16 y 21 años sigue viviendo allí. Desde entonces los carteles reclamando la dación en pago no han abandonado la fachada de su piso.

No ha sido fácil. Al menos así lo afirman Rocío y Eliseo, que empezaron la lucha «muy fuertes y hemos mantenido esta actitud en todo momento porque sabemos que somos víctimas de una injusticia», explica ella. Y Eliseo añade que el gran motor de esa fuerza para mantenerla han sido sus hijas, «a mi me da igual dormir en la calle, pero tengo que mirar por ellas, además pensando en que mi deuda también la heredarán».

Ellas dos han sabido en todo momento cuál era la situación, «hemos hablado mucho y nos hemos apoyado unos con otros», cuenta Eliseo y reconoce que estas circunstancias han generado cambios en la familia, «ahora pensamos mucho más las cosas, nos enfadamos menos, y cada día nos damos cuenta de que somos nuestro único apoyo».

Pero también hay momentos en los que flaquean las fuerzas, las noches sobre todo, comenta Rocío. Alguna vez pensaron incluso en abandonar la lucha, entregar las llaves y dejar la casa, pero el peso de una deuda de 60.000 euros les frenó las intenciones.

Ese 31 de julio de 2012 Rocío y Eliseo decidieron no entregar las llaves al banco y los meses siguientes vivieron con la incertidumbre de que cualquier día fueran ellos hasta la calle Valencia y entraran, cambiándoles la cerradura. Finalmente nada de eso ocurrió y hace poco, en una de sus visitas al juzgado para conocer el trámite de su caso, Eliseo conoció que el juez lo había archivado y además, pudieron acogerse al Real Decreto Ley 27/2012 del Gobierno nacional, que les permite permanecer en su actual vivienda hasta noviembre de 2014 sin tener que pagar ningún tipo de renta al banco. Paralelamente, han denunciado a Banesto por las cláusulas abusivas de su contrato de préstamo hipotecario.

Camino hacia la dación en pago

A partir de ahora, el banco habría de iniciar un nuevo procedimiento judicial a finales del próximo año, en el que ninguna de las dos partes conoce cuál será el marco entonces. La pareja respira tranquila por ahora, unos meses, pero insiste en que la única actuación posible hasta entonces es la negociación con el banco para lograr la dación en pago, aunque aseguran que la entidad «no quiere oír hablar de eso» porque ya se lo han planteado en varias ocasiones. Rocío comenta que el argumento que les han dado allí es que se trata de algo «muy difícil porque si se le concediera a todo el que no puede pagar sería una ruina para ellos y sus sistemas».

Las pancartas continúan en la fachada de su vivienda para recordar el motivo de su lucha a todo el que la lea, aunque los próximos meses serán de tregua. Pero al mirar hacia adelante, ya la pareja tiene claro que su futuro, aunque sea sin la casa de la calle Valencia, también será sin deuda.