Las joyas de la arqueología de Cádiz, en el Museo

Hace cuatro meses contábamos y enseñábamos la historia, pero ahora, la última gran noticia arqueológica de Cádiz luce más iluminada si cabe. Brilla por el oro y el intenso rojo de la cornalina. Las joyas que se exhiben desde ayer en el Museo Provincial hacen que el de la plaza Mina no tenga nada que envidiar a cualquier otro del resto del mundo. Si el hallazgo fue histórico, la recuperación y restauración de las piezas engrandece aún más el presente patrimonial de la ciudad. Hasta el próximo 23 de junio se podrá visitar la exposición 'Ajuar de las tumbas púnicas de los glacis de Puerta Tierra', una muestra de joyas púnicas localizadas en el solar de la antigua sede de Subdelegación de Gobierno de Cádiz.

En una sola vitrina se encuentra reunida una selección del inmenso ajuar que se encontró intacto en los dos conjuntos funerarios de los siglos V y IV hallados en el último día de la excavación previa al inicio de los trabajos de construcción del nueve edificio. El destino quiso que Mª Eugenia García Pantoja y Ricardo Belizón Aragón, los responsables de esta prospección arqueológica, encontraran el pasado diciembre restos de estos dos grandes conjuntos formados por seis tumbas cada uno. En su interior yacía un completísimo ajuar de más de 300 piezas y que venía a refrendar las conexiones de Cádiz con el oriente mediterráneo. Las relaciones comerciales entre Gadir y la órbita egipcia se hacen cada vez más evidente.

Como prueba, las joyas que se exhiben en el Museo, como amuletos de fayenza y oro de tipologías egiptizantes, o un gran anillo con chatón en cristal de roca donde se personifica a Belerofonte montando a Pegaso, en este caso, tema que da pruebas de su influencia helena. En estos conjuntos se encontraron anillos giratorios de oro con chatón de cornalina y pasta vítrea, anillos de ámbar, así como un gran número de cuentas de oro, cornalina y fayenza, entre las que destaca un nudo hercúleo de oro. También se puede ver un anillo con un escarabeo engastado. Los amuletos de fayenza representan a todo el panteón egipcio ( Seth, Horus, Ajet (Ojo de Ra)), pero también presentan elementos zoomorfos.

«Lo más importante es que hemos excavado y documentado los restos en base a una metodología de trabajo actual y eso nos ha permitido delimitar la tipología de los elementos, inferir su funcionalidad y descubrir más características sobre los ritos funerarios de estas civilizaciones», apuntó durante la presentación de la muestra García Pantoja. Tanto ella como su compañero, Ricardo Belizón, están muy complacidos con la restauración que ha llevado a cabo el profesional Luis Carlos Zambrano en los talleres del Museo de Cádiz. «Ejemplos de este crisol de cultura, fenicia, griega y egipcia salen muy pocos en el mundo, quizá en Ibiza, Cádiz y poco más. Este ajuar está al nivel de las piezas del British Museum o el tesoro del Carambolo», declaró la arqueólogo.

Dada esta importancia, su equipo de de trabajo ansía más ayudas para continuar con la investigación de los hallazgos. Ya han iniciado estudios de arqueometría y metalurgia, pero precisan más apoyo para acometer otras pruebas como las del ADN. «El fin de estos análisis es ahondar en el contexto del descubrimiento y poder publicarlo y difundirlo aún más», concluyó Pantoja.

Éstos son los más importantes, pero no los únicos hallazgo que arrojó la excavación arqueológica. Destaca la localización de la traza de los elementos defensivos del siglo XVIII, e veintiocho tumbas de época romana y de la fenicia se ha documentado otras dos inhumaciones del siglo VI a. C., en este caso sin ajuares asociados. La exposición 'Ajuar de las tumbas púnicas de los glacis de Puerta Tierra' se puede visitar hasta el 23 de junio en el horario habitual del Museo.