PAN Y CIRCO

LA CULPA ES SIEMPRE DE LOS TÉCNICOS

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Esta semana anunció su retirada Sir Álex Ferguson tras 27 temporadas en el banquillo del Manchester United. Muy lejos aún de los 40 cursos de Guy Roux en el Auxerre, pero una duración inimaginable en nuestro país. Aquí a poco que se tuercen las cosas (cuatro partidos), todas las miradas apuntan al entrenador.

Los países anglosajones tienen una cultura deportiva diametralmente opuesta. Se tiene asimilado a los clubes como empresas que son y que, por tanto, se basan en proyectos a medio y largo plazo. Asumen que sus equipos se construyen año tras año y pieza a pieza, según lo que permita el presupuesto. Hay un respeto máximo a la figura del jugador, pero entienden que son los protagonistas directos en una temporada buena y mala.

Aquí en nuestro país, por el contrario, se reconoce el 'poder' de los jugadores muy por encima de los entrenadores. Me niego a pensar que en la totalidad de los casos el culpable siempre es el técnico de turno. Siempre con la burda excusa de que es más fácil echar a uno que a 25. ¿Por qué 25?, ¿por qué no empezar con tres o cuatro que no cumplan con las expectativas, o con la relación sueldo-aportación? También se amparan en la búsqueda de un revulsivo cuando la realidad es que sólo en un 10% de los casos se consiguen mejores resultados.

Por una u otra razón, lo verdaderamente importante es que con esta cultura se corre el riesgo de otorgar poder a los jugadores por encima incluso del club como institución y lo que representa. Todo el mundo sabe que los jugadores van y vienen, pero luego en la práctica lo fácil es no reforzar (o quitarle) la autoridad al técnico. Olvidando que con ello no sólo se derrumba la faceta de director de un grupo que tiene un entrenador, sino poniendo en duda la visión de lo que debe ser un club.