Ubrique se reúne en torno a las candelas, los gamones y las canciones de columpios

«Es un pueblo pequeñito de gran fama mundial donde se trabaja en cuero, sin faltar a la moral». La popular cantinela volvió a ser la acompañante del vaivén de los columpios en una de las noches ubriqueñas más importantes del año. Las candelas se volvieron a hacer hueco en los barrios para dar calor a los gamones que, una vez calentados, son estallados por los vecinos que los recolectaron hace días en el monte.

El origen histórico de la 'Crujía de los Gamones' no está completamente claro, pero se relaciona esta práctica con la invasión de los franceses, en mayo de 1810, al considerarse que se pudo emplear esta fórmula para hacer creer al enemigo que el pueblo estaba fuertemente armado, evitando la invasión. Esta planta, de raíz bulbosa, se empleaba para ahuyentar a los lobos en el monte, estallándolos tras calentar el agua que llevan en la raíz.

Los vecinos volvieron a respaldar una celebración que llenó de ambiente a los barrios de la localidad, especialmente a la zona de la Plaza de las Verduras. Este año el Ayuntamiento ha puesto en marcha un concurso para premiar la decoración que se hacen de los barrios y los entornos donde se ubican las candelas y las cruces de mayo, por lo que los esfuerzos por embellecer una fiesta declararada de Interés Turísco de Andalucía fueron aún mayores a otros años.