La Iglesia hace un llamamiento a recuperar el sentido cristiano del sacramento de la Eucaristía :: L. V.
CÁDIZ

Una Primera Comunión con sentido

La crisis económica ha influido en que muchas familias opten por recortar en los fastos que acompañan al día

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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De un tiempo a esta parte el sacramento de la Eucaristía, con el que el cristiano recibe su primera comunión, ha perdido su esencia. El encuentro con Cristo como compañero de camino, de vida, queda en muchas ocasiones en segundo plano frente a otros «añadidos» en forma de traje, banquete, reportaje fotográfico o viaje a Eurodisney. La ilusión del pequeño por el acto íntimo de recibir el cuerpo y la sangre de Cristo por primera vez en su vida se ve interferido por la dimensión festiva de una jornada en la que los mayores roban protagonismo a los niños a base de alardes.

Como en todas partes, también la Iglesia gaditana es consciente de que algo se ha hecho mal y es necesario cambiar ciertos hábitos adquiridos con los años y las imposiciones culturales y sociales. Parroquias y colegios católicos apuestan por volver al origen de un sacramento que, de cualquier forma, lleva aparejada la connotación festiva que acompaña a cualquier acontecimiento feliz en la vida de un niño. Ese componente lúdico no es en sí el problema. La principal queja de sacerdotes, catequistas y, cada vez más, padres concienciados con el valor religioso del acto, radica en la incongruencia que supone el dispendio que acompaña a las comuniones. Un factor que preocupa siempre, pero más aún en un momento de crisis como el actual.

Es por eso que las partes implicadas en la organización de las ceremonias han empezado a tomar medidas. El párroco de San Lorenzo, el padre Jesús García Cornejo, destaca que lo importante «es recobrar el sentido cristiano de la vida, conservar los valores que transmite el Evangelio». Por eso, en las reuniones preparatorias para el día de la Primera Comunión se insiste mucho a las familias de los niños que la van a recibir «en que lo celebren de una forma sencilla. Y la mayoría lo entiende». Otra cosa es que haya padres que opten por festejarlo a lo grande. No es el caso concreto de San Lorenzo, donde no hay grandes desigualdades entre las familias, pero Jesús García es consciente de que en otras parroquias si se producen situaciones en las que las diferencias económicas entre unas familias y otras se hace especialmente patente en este día. Esto tiene como consecuencia que entre los más pequeños se genera cierta frustración, más «en nuestra sociedad, donde todo se valora desde lo material».

Vestidos más sencillos

También se insiste en San Lorenzo a los padres para que los trajes de comunión sean lo más sencillos posible y, más allá de cualquier componente económico, «se les trata de hacer ver que no tiene sentido recibir la primera comunión si luego no hay intención de continuar en el camino de la Iglesia».

Y si en las parroquias se trabaja en este sentido, más empeño aún se pone desde algunos de los colegios católicos de la ciudad en los que también se imparten catequesis de comunión. El director del colegio Salesianos, Francisco Javier López Luna, explica que en el centro cada vez hay más reuniones formativas con las familias para «motivarles en la vivencia del sacramento quitando fuerza a todo el tema ornamental. Es difícil, porque en el día a día te encuentras con chicos que tienen como objetivo conseguir el mayor número de regalos».

Frente a la tendencia actual, «que se ha ido de madre», desde los Salesianos se apunta a que «todo este tema se está empezando a racionalizar». El trabajo de concienciación con los padres tiene que ver, pero parece haber sido la crisis económica la que está poniendo cordura al asunto.

En estos últimos años se han ido reduciendo los gastos. Hay familias que se llegaban a gastar hasta 7.000 euros en un día que era poco menos que una «mini boda». Banquete con cubiertos a precios elevados, vestidos, peinados -con su correspondiente prueba de peluquería-, reportaje de vídeo y fotografías, recordatorias, regalos para los invitados, etc., descuadraban por completo las economías de algunas familias que incluso acudían a los bancos para pedir préstamos con los que cubrir los gastos del 'gran día'.

Las personas consultadas sobre el asunto, afirman que hay familias que ya optan por realizar celebraciones conjuntas, en este caso meriendas o desayunos en los que los protagonistas son, quienes nunca debieron dejar de serlo, los niños y niñas. El director del colegio San Felipe Neri ha sido testigo, en el propio comedor del centro escolar, de algunas celebraciones de este tipo este mismo año, en el que ya se han celebrado un buen número de comuniones.

Una realidad que también se da con mayor frecuencia es la llegada a parroquias o colegios de familias que piden ayuda para poder dar a sus hijos una celebración, si no a la altura, al menos que no desentone en demasía con la de sus compañeros. El párroco de San Lorenzo asegura que «cuando detectamos que algunas familias tienen menos recursos que otras intentamos echarles una mano». También en Salesianos se ha facilitado a algunas familias un traje de comunión de segunda mano para algunos de los catecúmenos. Eso en el caso de que no hayan podido heredarlo de hermanos, primos o amigos mayores.

Con todo esto se está generando una ola de solidaridad entre los propios padres, que en más de un caso están ayudando a los compañeros de sus hijos de forma que puedan tener sus propias celebraciones. En eso coinciden los dos directores de Salesianos y San Felipe, que, como en este caso, consideran que hay que buscar en todo la lectura positiva. Y es que «la crisis está haciendo que muchas personas se replanteen la forma en que viven».

El padre Jesús García coincide con ellos, y considera que tampoco es necesario acabar «con una tradición de nuestros pueblos», como es la celebración de las comuniones. Asegura que precisamente la posibilidad de que los familiares de los niños se acerquen a las parroquias con motivo de la preparación y posterior celebración del sacramento, hace que muchos después mantengan la vinculación con las mismas.

Negocio

Otro punto de vista es el del sector comercial que ve las comuniones como un filón a explotar. Los propietarios de estudios fotográficos, restaurantes, peluquerías o tiendas de moda ven la otra cara de la moneda, la de un negocio redondo que cada vez reporta menos beneficios. Aún siendo todavía un buena fuente de ingresos, estos comerciantes reconocen que cada vez los gastos de las familias son menores.

En la tienda Manuel Infante, especializada en trajes de fiesta, también de comunión, dicen que las ventas han sido este año similares a las del pasado año con motivo de estos festejos, si bien la pasada temporada se registró una caída importante en las ventas. Los estudios fotográficos aguantan mejor la crisis, aunque la proliferación de videocámaras y cámaras digitales y el amateurismo creciente en la profesión también se dejan notar.

Sentido profundo

Toda una serie de factores externos que marcan la celebración de un sacramento con un sentido mucho más profundo: «Encontrarse con Dios como compañero de camino que nunca nos deja solos. El pequeño descubre en la Eucaristía un signo de la presencia de ese Dios en su vida», explica el padre Jesús García Cornejo.