Sociedad

Una pelea contra el aburrimiento científico

Jordi Mazón responde a '100 preguntas de física' en un libro que demuestra gran atractivo de una ciencia «muy amplia»

MADRID . Actualizado: Guardar
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¿Por qué vuela un avión de papel?, ¿por qué se pega a las piernas la cortina de la ducha al abrir el grifo? o ¿los fantasmas pueden atravesar las paredes? Son algunas de las cuestiones a las que Jordi Mazón Bueso (Viladecans, 1973) responde en su libro '100 preguntas de física' (Lectio).

Este profesor de Física Aplicada de la Universidad Politécnica de Cataluña ha trabajado «con las preguntas que me plantearon mis alumnos de 3 y 4 de la ESO, de 1 y 2 de Bachillerato en los últimos siete años». «Está destinado a personas interesadas en conocer las bases de la física cotidiana, que quieran saber cómo funciona el mundo que nos rodea con unas bases mínimas. Una persona que tenga la ESO puede seguir el libro con aprovechamiento y mejor aún si tiene el bachillerato», asegura.

Considera Mazón que «la física que enseñan en el colegio es aburrida. Son siempre los mismos problemas y se han olvidado los aspectos más divulgativos de la vida cotidiana, los que nos afectan a diario». El autor está así seguro de que su libro «puede sorprender por las preguntas y las explicaciones que son rigurosas y lo más sencillas posible». «Puede ser útil como complemento a la ESO, tanto para los alumnos como para los padres» asegura.

Analfabetismo científico

El autor defiende que «en un país y en un momento de la historia con el conocimiento de las ciencias bajo mínimos, con un analfabetismo científico galopante resulta clave fomentar la ciencia y el pensamiento científico».

Mazón explica que la «respuesta rigurosa» a cualquier pregunta acostumbra a ser el resultado de una investigación que ha seguido el método científico. «Esta es la única manera que tenemos los humanos de adquirir conocimiento cierto, de entender el mundo que nos rodea y de luchar contra supersticiones y dogmas de fe, autoritarismo y forma de pensamiento único». Por ello, su obra pretende «desmentir falsas verdades», tal es el caso de la influencia de la fuerza de Coriolis «como responsable del giro contrario a las agujas de reloj en el desagüe de una pila en el hemisferio norte, o el descubrimiento de mercurio en las bombillas de iluminación de un parque a pesar de la negación absoluta de los responsables políticos locales».

Este profesor reconoce que tiene varias preguntas favoritas sobre la física, «que es una ciencia muy amplia y atractiva ». Una de las que más le gusta tuvo su origen en el transcurso de una investigación con un alumno de segundo de bachillerato. «Al responderla encontramos la ecuación matemática que rige el crecimiento de los pelos de la barba, en la patilla, el bigote o la barbilla», dice.

Pero en el índice hay epígrafes que sorprenderán al lector, como la relación de la Guardia Civil con el Big Bang. Mazón explica que el instituto armado utiliza para detectar el exceso de velocidad de un vehículo «física pura, como es el efecto Doppler». «En el Universo se descubrió que las galaxias se alejan de nosotros debido al Big Bang y este efecto está aplicado de alguna forma en las unidades policiales para detectar la velocidad del vehículo cuando se alejan de nosotros», señala.

También analiza por qué el Barça es 'més que un club'. Mazón traslada el lema del equipo azulgrana a la física para plantear que «cuando el Camp Nou se llena de gente y Messi marca, todo el mundo grita al mismo tiempo 'gooool', lo que generan una onda sonora que hace variar la presión atmosférica». «De hecho, algunos barómetros situados alrededor del campo detectan el cambio» agrega. Además de esta curiosidad física en torno al Barça, el autor y profesor añade que cuando gana algún campeonato importante y los aficionados lo festejan en la plaza de Canaletas, «al saltar al mismo tiempo se genera una pequeña onda sísmica que algún sismógrafo cercano detecta». «Es un poco más que un club, porque mueve cielo y tierra», ironiza Mazón, para quien «no hay preguntas estúpidas». «Puedan ser ingenuas o estar mal planteadas, pero todas responden al mismo objetivo de comprender el mundo que nos rodea», concluye.