La doctora Blanca Madurga y su compañera en la unidad, la enfermera Carmen Guerrero. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

«Sufrir pérdidas de orina no es normal a ninguna edad»

Tres de cada diez mujeres padece este problema en Cádiz y lo asumen con la misma vergüenza que los hombres la disfunción eréctil

ELENA MARTOS | CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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A la doctora Blanca Madurga, responsable de la Unidad de Suelo Pélvico del Puerta del Mar, le indignan los anuncios de compresas para pérdidas de orina. Asegura que han contribuido a que se asiente más el error de que la incontinencia urinaria es un problema habitual propio de la edad y hace hincapié en que hay solución. Hace apenas unos meses que su equipo realizó una amplia encuesta entre las empleadas del propio centro sanitario, desde las residentes de poco más de veinte a las trabajadoras más veteranas. Tras analizar las respuestas de más de un millar de participantes que cubren toda la población pudieron comprobar que el 30% tiene pérdidas de orina en mayor o menor grado.

«La cifra es para preocuparse», recalca la especialista, pero la mayoría espera a que su situación se agrave para acudir a la consulta. La doctora Madurga insiste en que «la incontinencia se puede llevar mejor o peor, pero en ningún caso es normal». Es común que cuando la paciente recurre a su médico confiese que lleva más de siete años perdiendo orina y la frase más recurrente en la primera visita es: «yo perdía lo normal».

El principal motivo de la incontinencia es que el tejido del suelo pélvico sea más blando, a lo que se añaden otros factores como la obesidad, varios partos, cirugía ginecológica o la misma tos crónica. Sobre la edad a la que se suele detectar, asegura que es difícil definirla, pero es frecuente tras la menopausia.

El pádel ha sido un aliado

El aumento de la actividad ha permitido aflorar el problema y aficiones tan comunes como el pádel han servido para tratar un buen número de casos. «La actividad de la mujer ha aumentando con deportes que se ponen de moda o simplemente con un día a día menos sedentario y el problema de la incontinencia limita mucho la vida», explica María del Carmen Guerrero Andrade, enfermera de la Unidad. De esta manera se logra atajar la enfermedad a edades más tempranas.

El tratamiento que se utiliza dependerá mucho del motivo que ha producido esas pérdidas de orina. Cuando viene por el esfuerzo, el tratamiento es quirúrgico, a través de unas bandas que se colocan bajo la uretra. Otra es la denominada incontinencia por urgencia, que no se opera, tiene un tratamiento farmacológico, bien a través de pastillas o toxina botulínica, que se inyecta dentro de la vejiga. La tercera opción es la incontinencia mixta, que combina ambos tratamientos.

Y para no llegar a estos extremos, resulta útil una buena prevención. Ejercicios vaginales e incluso bolas chinas. La doctora Blanca Madurga recuerda que envió a alguna de sus pacientes a comprarlas en un 'sex shop', «ahora lo tienen más fácil porque las venden en farmacias», aclara. También recomienda hacer ejercicios de pilates, porque fortalece enormemente el tejido. Controlar el peso es otro requisito fundamental, así como evitar el tabaco.

Por la unidad, creada en 2007, han pasado ya alrededor de un millar de pacientes y, según explica la especialista, «más de 900 han abandonado la compresa», que antes era su día a día, con la molestia y el tremendo coste que eso supone. «Es un problema que afecta mucho a la calidad de vida y tenemos casos de pacientes que tienen problemas en el trabajo, no quieren mantener relaciones sexuales con sus parejas, lo que reduce muchísimo su calidad de vida».