Demi Moore, en una imagen de la película 'LOL' que se estrena hoy en España. :: R. C.
Sociedad

Demi Moore se vuelve a reinventar

La actriz se convierte ahora en la madre de Miley Cyrus en 'LOL', en su vuelta al cine tras su tormentoso divorcio con Ashton Kutcher

MADRID. Actualizado: Guardar
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Hollywood es implacable con las mujeres maduras. Mientras a ellos se les siguen adjudicando papeles de galán, ellas quedan confinadas a roles secundarios cuando no pasan directamente al olvido. Estrellas de décadas pasadas se ven obligadas así a un duro proceso de reciclaje como el acometido por Demi Moore, que regresa con 'LOL', una cinta que llega este viernes a la cartelera y en la que la actriz pone rostro a la madre de Miley Cyrus. Algo que refleja a la perfección el cambio de guardia en la industria. Moore es ahora el complemento del ídolo juvenil.

Habituada a seducir con su mirada, tiene que conformarse con consolar a una adolescente mientras trata de superar su divorcio. Ni rastro del amor que no pudo derrotar la muerte, la relación que valía mucho más de un millón de dólares o el abrasador striptease de otros tiempos. A punto de cumplir 50 años, no hay espacio ya para esas cosas, por mucho que la intérprete se resista con uñas y dientes al paso del tiempo, bien sea poniéndose en manos de la cirugía estética bien echándose en brazos de hombres más jóvenes.

Nacida el 11 de noviembre de 1962 en Roswell (Nuevo México) bajo el nombre de Demetria Gene Guynes, abandonó pronto la escuela y se sacó algún dinero posando desnuda. Su primera oportunidad le llegó de la mano de la serie 'Hospital General', una época de excesos a la que pondría fin para convertirse en una de las actrices más queridas por el público. Fue el papel de Molly Jensen en 'Ghost' (Jerry Zucker, 1990) el que la transformó en una estrella. Hollywood había hallado una nueva reina, aunque tuviese que compartir el cetro con Julia Roberts y Meg Ryan. En los años siguientes protagonizaría grandes éxitos como 'Una proposición indecente' (Adrian Lyne, 1993) o 'Acoso' (Barry Levinson, 1994) y se llevaría los palos de la crítica con cintas como 'Striptease' (Andrew Bergman, 1996) o 'La teniente O'Neil' (Ridley Scott, 1997), donde lucía unos músculos que desmontaron para siempre la imagen de chica tierna y vulnerable tan querida por sus seguidores.

Esa última cinta marcó el fin de los años dorados de Demi Moore, abriendo paso a una nueva etapa en su carrera que coincidía con el fin de su matrimonio con el actor Bruce Willis, junto al que tiene tres hijas. Trabajos más espaciados y de menor brillo, como la villana de 'Los Ángeles de Charlie. Al límite' (McG, 2003) o la diva alcoholizada de 'Bobby' (Emilio Estévez, 2006) constituirían a partir de ese momento sus apariciones en la gran pantalla, mientras protagonizaba portadas de revistas y se convertía en una estrella de las redes sociales a raíz de su matrimonio con Ashton Kutcher, 16 años más joven que ella. 'LOL' es la primera película que firma tras separarse de este, obligada a una nueva reinvención, tanto personal como profesional, de la que, a buen seguro, saldrá airosa. Como siempre ha hecho.