Chiclana

Sin alquiler no hay negocio

Alrededor del 25% de los establecimientos de la localidad han cerrado en un año y medio porque no podían asumir el coste del arrendamiento Comercio y hostelería se resienten por los precios de los locales

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El consumo y, por ende, el volumen de negocio en el sector servicios baja desde hace varios años. Sin embargo, el empresariado local se enfrenta en esta coyuntura a subidas en todo lo relativo a los gastos de su actividad económica. Entre ellos, el alquiler de un local para su negocio.

«Entre un 20 y un 25% de comercios han cerrado en un año y medio porque no podían asumir el alquiler del local donde estaban», explica Carlos Arnáiz, tesorero de la Asociación de Comerciantes Chiclana Centro. Y es que tanto el sector del comercio como el de la hostelería se resiente porque, según aseguran, «no hay conciencia» entre los propietarios de inmuebles de la situación que atraviesa actualmente el tejido empresarial local.

Prueba de ello es que es prácticamente imposible encontrar un local en la calle La Vega por menos de 1.200 euros: Los hay que cuestan hasta 2.000. A ello hay que sumar otro tanto de gastos que son casi imposibles de cubrir por la escasez de ventas. Vittorio Canu, presidente de la Asociación de Hostelería, asegura que el consumo ha llegado a caer un 80% en tres años. «Aunque se ven terrazas llenas, la gente ya solo pide lo mínimo», explica. También en este sector Canu comenta que en lo que llevamos de año, «unos tres o cuatro asociados han cerrado a causa del alquiler».

Por eso, los representantes del sector demandan alquileres más razonables «para ir tirando y así habría más empresas locales y se generaría más actividad», apunta el presidente de los hosteleros. La misma idea defiende Conchi Rodríguez, presidenta del Centro Comercial Abierto (CCA), quien añadió que este gasto «es también un obstáculo para poder contratar más empleados». «Si fueran más razonables, lo que se conseguiría sólo con un contrato nuevo por establecimiento», manifiesta.

¿Hay soluciones?

Por eso, adelanta que el CCA baraja la idea de mantener una reunión con todos los propietarios de locales posibles «para exponerles la situación a la que nos enfrentamos y hacerles comprender que los precios deben ser más moderados». Además, Rodríguez considera la propuesta de que los alquileres «sean anuales y suban en función del nivel de vida, siempre respetando al inquilino, porque a veces pasa que viene uno nuevo pagando más y te echan».

También pone de relevancia que los arrendadores deben tener en cuenta que al alquilar un inmueble «se lo estamos manteniendo y hacemos las mejoras que hagan falta por tenerlo en las mejores condiciones posibles, eso después se lo quedan ellos cuando nos vamos».

A ello Carlos Arnáiz añade que a la ciudad le interesa tener los locales abiertos, «porque da mala imagen verlo todo cerrado» y explica que en eso el Ayuntamiento debe hacer su aportación «porque son los que cobran el IBI, que sube los precios de los establecimientos».

Todas ellas propuestas de los propios afectados para intentar cambiar uno de los principales problemas del empresariado local, que se agrava en Chiclana porque «los precios son más altos que en otras ciudades que tienen una mayor rotación de gente en el centro», concluye Arnáiz.