CÁDIZ

La zona naranja para residentes del centro no logra la aceptación esperada

La decisión de ampliar su área de influencia no ha servido para cubrir las expectativas y el Consistorio descarta extender el sistema

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El pasado mes de octubre de 2012 el Ayuntamiento de Cádiz puso en marcha una novedosa modalidad de aparcamiento exportada de otras ciudades en las que ha funcionado con éxito: la zona naranja. Se trata de una experiencia piloto de la que se benefician los vecinos de la zona de Las Tres Carabelas y las calles cercanas de la zona Centro y el barrio de San Carlos. Concretamente se trata de 106 plazas de aparcamiento destinadas a facilitar a los residentes citados el poder estacionar sus vehículos a un precio inferior al de la zona azul, puesto que los abonados a la zona naranja pagan 1,21 euros sacando el correspondiente ticket, con un tiempo máximo de cinco días seguidos.

Eso sí, para los beneficiarios de esta opción de aparcamiento hay un gasto extra derivado de la necesidad de sacarse la tarjeta de la zona naranja en las oficinas de Emasa (calle doctor Herrera Quevedo, 5), para lo que tienen que abonar 19,40 euros al año, teniendo que aportar un certificado de empadronamiento, la fotocopia del DNI, la fotocopia del permiso de circulación del vehículo, el ultimo recibo del impuesto de circulación y un certificado de Recaudación Ejecutiva que acredite no tener deudas con el Ayuntamiento.

Parece que los beneficios no son suficientes para los conductores de la zona, que en las primeras semanas de funcionamiento de la zona naranja retiraron un número bastante escaso de tarjetas para poder hacer uso de la misma. Ante esta situación, los responsables municipales tomaron la decisión de ampliar la zona de influencia de la zona naranja, que se extendió a más calles del centro y la zona de la Alameda Apodaca.

Con esto se ha conseguido potenciar el uso de la zona naranja de Las Tres Carabelas, habiéndose llegado a la cifra de 124 tarjetas de residente tramitadas. Esto supone que la rotación de vehículos permite que la ocupación media de las plazas disponibles sea del 80%, una cifra que tampoco llega a colmar las expectativas de la empresa municipal de aparcamientos.

Aún así, el presidente de Emasa, José Blas Fernández, destaca que el aumento de usuarios en los primeros meses de 2013 ha sido importante, teniendo en cuenta que «en septiembre de 2012 se dispensaron 27 tarjetas, y en octubre había 45», comenta.

El teniente de alcaldesa recuerda que la puesta en marcha de la zona naranja «es experimental», pero reconoce que la respuesta obtenida por los vecinos hace que, al menos de momento, el Ayuntamiento descarte ampliar esta modalidad de aparcamiento a ninguna otra zona de la ciudad. «La gente quiere aparcar al lado de su casa», esgrime como justificación del poco uso de la zona naranja José Blas Fernández.

La mejor prueba de esto, según dice, es que el mayor número de usuarios con tarjeta de la zona naranja es precisamente el de los vecinos de la propia plaza de Las Tres Carabelas (30). Por número de usuarios le siguen las calles Conde O'Reilly, Doctor Zurita y Manuel Rancés. En total, la zona de influencia de la zona naranja abarca 25 calles del casco histórico.