Un hombre mendiga en una calle del centro de Madrid. :: ALBERTO FERRERAS
Sociedad

La diferencia entre los que más ganan y los que menos ha crecido un 30%

Cáritas revela que los pobres ya representan el 28% de la población y sostiene que se ha retrocedido una década en términos económicos

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Ya no somos una sociedad con pobres. Estamos a empezando a ser una sociedad empobrecida». Lo dice el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, ante el dato elocuente de que la pobreza alcanza ya al 28,2% de los españoles, si se suman las dos modalidades: severa (6,4%) y relativa (21,8%). La brecha social se ha acrecentado hasta el punto de que la renta media de las personas más ricas de España es siete veces superior al nivel de ingresos de quienes tienen menores recursos. Desde que estalló la crisis, la diferencia entre la renta más alta y la más baja ha crecido un 30%, según se pone de manifiesto en el informe 'Desigualdad y derechos sociales. Análisis y perspectivas 2013', elaborado por la Fundación Foessa.

Cáritas se atiene a la metodología del Instituto Nacional de Estadística (INE) y engloba dentro de la pobreza a todas las personas cuyos ingresos están por debajo del 60% de la renta media. Para hacer frente a una situación que sobrepasa la capacidad de respuesta de la ONG, Mora reclama que se garantice la percepción de unos ingresos mínimos para todas las personas sin medios económicos.

La destrucción de empleo, la moderación salarial, la política de austeridad y el desmantelamiento de servicios sociales se traducen en un dato que mueve al sobresalto. Un 16% de las familias españolas con tres hijos están sumidas en la pobreza severa, una proporción que trepa al 41% si se habla de pobreza a secas.

A la luz de los datos, la pérdida de poder adquisitivo de los españoles es muy acusada. La renta de 18.500 euros que recibieron de promedio los ciudadanos en 2012 es inferior a la que ya existía en 2001, lo que permite decir a Cáritas que, en términos económicos, España ha retrocedido más de una década. Desde 2007 la renta media ha caído un 4%, mientras que los precios se han incrementado en un 10%.

«Fractura social»

«Se teme mucho un estallido social y casi nada la fractura social que ya existe», denunció Mora. El responsable de Cáritas alertó de que existe un riesgo notable de que ese ensanchamiento de las diferencias de ingresos se enquiste en la estructura social.

De acuerdo con Cáritas, la forma más extrema de pobreza está eclipsando la precaria situación de muchos hogares en dificultades. No en vano, el umbral de pobreza descendió de los 9.000 euros para una única persona en 2009 a los 7.300 en 2012, como consecuencia de la caída abrupta del nivel de renta, lo que comporta un empobrecimiento de la sociedad. Los hogares que se hundieron en la pobreza extrema eran 300.000 en 2007 y se duplicaron hasta llegar a los 630.000 en 2012. Demasiadas personas viven con lo justo, como revela el dato de que la proporción de familias que carecen de capacidad para afrontar gastos imprevistos se ha incrementado en los últimos cinco años de un 30% a un 44,5%.

Desde que en 2010 se adoptaron las primeras medidas para reducir el déficit, la situación ha provocado una fragmentación social que costará décadas revertir. La cobertura de la tasa de desempleo, que alcanzaba a un 80% de los parados, ha caído a un 66%. A la vez, el estancamiento del salario mínimo y el desvincular la actualización de las pensiones de la inflación ha debilitado a los más vulnerables. «Los recortes en los servicios públicos de bienestar social pueden suponer una ruptura definitiva para los más pobres. Es decir, si la austeridad vulnera los derechos sociales, estamos abandonando a los más pobres», se asegura en el informe.