Sociedad

El cambio del secretario de Estado marcará el nuevo rumbo del pontificado

ROMA. Actualizado: Guardar
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Circula ya una anécdota por Roma, que está sin confirmar, pero que refleja la idea de lo que ha supuesto la llegada de Francisco al Vaticano. Antes de asomarse al balcón, una vez elegido, le llevaron la tradicional capa roja con bordado de armiño, pero él la rechazó: «Monseñor, esto póngaselo usted. Se ha acabado el carnaval». Todo el mundo es consciente de que en la Curia acaba de aterrizar un marciano, alguien que viene de la calle. Va a llevarse por delante los oropeles de corte papal, pero más allá de eso la clave será las decisiones que tome a partir de ahora. Lo primero, el secretario de Estado, y lo segundo, la Curia.

¿Cuánto durará Tarcisio Bertone? Hay hasta apuestas en este asunto. El cuestionado 'número dos' de Benedicto XVI, a quien se atribuye haber acumulado un poder desmedido y que desató las rencillas en la Curia descritas en las filtraciones de 'Vatileaks', tiene los días contados. Su relevo debería ser breve. Ya hay quinielas de candidatos. Desde los cardenales Ouellet y Aviz, papables del mismo bando reformista en el cónclave, a diplomáticos curtidos como Pietro Parolin, nuncio en Venezuela, o Fernando Filoni, actual prefecto de Propaganda Fide.

No tiene ni secretario

Antes del cónclave se fantaseaba con la hipótesis de un pacto del 'partido de la Curia': ceder a un Papa extranjero del otro bando a cambio de poder colocarle un secretario de Estado de su gusto para seguir controlándole. Pero estas componendas y su mundo parecen haber tocado fin. Hay también una regla no escrita que dice que a un Papa extranjero corresponde un 'número dos' italiano, y viceversa, pero puede ser otra convención a archivar.

Sobre la propia Curia se cierne la mítica reforma de la que se habla desde hace décadas. Juan Pablo II prefería irse de viaje por no estar en Roma y Benedicto XVI ha acabado dimitiendo. Francisco debería reducir el organigrama y racionalizarlo. Puede ser algo gradual o una revolución, habrá que verlo. De momento, quizá confirme todos los cargos con la fórmula 'Donec aliter provideatur', hasta que se disponga lo contrario, y empiece a remodelarla. Según el portavoz vaticano, Federico Lombardi, el Papa decidira «en breve». Lo que está claro es que será imprevisible. No tiene ni secretario, la primera vez que ocurre desde Pío XII en 1939. «No creo que esté viniendo uno de Argentina», afirmó Lombardi.