San Francisco de Asís, según El Greco.
Sociedad

Un nombre en honor del santo de los pobres

Bergoglio homenajea a San Francisco de Asís, que promulgó la pobreza, la castidad y el amor a la naturaleza

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«Quo nomine vis vocari? (¿Con qué nombre deseas ser conocido?)». «Vocabor Francesco» (Me llamaré Francisco)». El cardenal decano Giovanni Battista Re, que preguntó ayer a Jorge Mario Bergoglio el nombre (inédito) elegido para ejercer su pontificado, quizá debió quedarse un poco desconcertado. Los papas pueden elegir libremente cómo serán conocidos apelando a una tradición inaugurada en el siglo VI por Juan II, que no quiso mantener su nombre pagano: Mercurio. Normalmente homenajean a uno de sus antecesores o latinizan su nombre. Juan, Gregorio, Benedicto y Clemente han sido los más utilizados.

La elección del nombre con el que reinará el Papa tiene un componente ideológico y sirve para anunciar el programa y líneas maestras de su pontificado. El argentino Jorge Mario Bergoglio será para la Historia Francisco I, en honor, según todos los analistas, de San Francisco de Asís. Este hijo de italianos homenajea así al fundador de los franciscanos, que abandonó una vida mundana de riqueza y altercados para entregarse al apostolado y servir a los pobres. Él mismo tiene fama de austero y ha sido reconocido en su país por sus propuestas de lucha contra la pobreza.

San Francisco de Asís renunció a los bienes de su padre, un rico mercader, y vivió a partir de entonces como un ermitaño para predicar la pobreza como un valor. Propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios y fue ordenado diácono por el papa Inocencio III, que aprobó su modelo de vida religiosa. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando hasta formar la orden de los franciscanos.

No existe ningún santo tan popular como él, tanto entre católicos como entre protestantes e incluso entre los no cristianos. San Francisco de Asís promulgó asimismo castidad y obediencia. Su amor por la naturaleza -se le suele representar rodeado de pajarillos- y su renuncia a toda forma de posesión siguen fascinando en un mundo que ha hecho del consumo el becerro de oro de nuestro tiempo.

Patrono de los misioneros

Claro que Bergoglio también puede homenajear a otro santo mucho más cercano para nosotros: el navarro San Francisco Javier, nombrado por el Papa Pío X patrono de todos los misioneros. También hijo de una familia rica, este discípulo de San Ignacio de Loyola fue uno de los siete primeros religiosos de la Compañía de Jesús y pasó los once últimos años de su vida predicando en las misiones.

Recorrió India, Indonesia y Japón y se convirtió en el ideal a seguir como misionero en tierra pagana. San Francisco Javier es copatrón de Navarra junto con San Fermín y Santa María la Real. Cada año, en los primeros días de marzo, se celebra una masiva peregrinación en su recuerdo hasta el castillo de Javier donde nació, las populares Javieradas.

Finalmente, también encontramos en el santoral a Francisco de Borja, quien precisamente fue jesuita como el nuevo Papa. Descendiente de la casa que llegó a tener dos pontífices, Francisco de Borja fue tercer General de la Compañía de Jesús y su generalato se caracterizó, entre otras cosas, por la expansión de la compañía en Latinoamérica.