Rajoy: «Todo es falso, salvo algunas cosas»

Mariano Rajoy confía en que el terremoto político por la presunta contabilidad B del PP sea pasajero y que las aguas vuelvan pronto a su cauce. «Vamos a salir adelante porque todas las acusaciones son falsas», subrayó ayer el presidente del Gobierno en la comparecencia en Berlín con la canciller alemana. Una alusión de Angela Merkel a la supuesta financiación ilegal del PP hubiera redoblado el seísmo provocado por la publicación de los presuntos sobresueldos, pero la canciller alemana fue una aliada fiel. No pronunció ni una sola vez la palabra corrupción. Es más, mostró su total respaldo a las políticas del Ejecutivo español.

El que avivó la llama de la duda, tal vez a causa de sus habituales nervios cuando comparece ante la prensa, fue el propio Rajoy al reconocer la veracidad parcial de los papeles de Bárcenas. «Todo lo publicado es falso, salvo alguna cosa», apostilló y fuentes de la Moncloa se apresuraron a explicar que se refería a los apuntes sobre el crédito al presidente el Senado, Pío García Escudero, y a los pagos a concejales del País Vasco. Pero sonó a confesión parcial.

Rajoy se reunió por séptima vez con Merkel desde que llegó la Moncloa en diciembre de 2011 y encontró su comprensión. No como el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien exigió su dimisión el domingo y al que respondió 24 horas después desde Berlín que no. Reconoció que el momento que atraviesa su partido es «delicado», pero se mostró seguro de superar el trance «porque todo es falso». El presidente del Gobierno aprovechó el silencio cómplice de la gobernante alemana para asegurar que no se sentía tocado por este escándalo y para negar cualquier posibilidad de dimisión.

La complicidad de Merkel aminoró la tensión previa a esta comparecencia, la primera con preguntas de periodistas a las que se enfrentaba Rajoy desde que se publicó la presunta contabilidad B del PP. Ayer, los periódicos alemanes apenas hacían mención a la XXIV Cumbre Bilateral Hispano-Alemana, pero sí explicaban con detalle las acusaciones sobre pagos no declarados a dirigentes del PP.

Si Rajoy fue rotundo en los desmentidos, no fue tan claro sobre la posibilidad de querellarse o no contra el extesorero Luis Bárcenas. Solo comentó que esta posibilidad está en estudio por parte de los asesores jurídicos del partido.

Demanda o querella

En Madrid, sin embargo, el PP dio por hechas las acciones legales. No aclaró si serán demandas civiles o querellas penales, pero irá a los tribunales. Es más, una fuente del partido gubernamental precisó que los querellados o demandados serán Bárcenas, el exdiputado popular Jorge Trías y 'El País', el rotativo que divulgó los papeles del extesorero. El vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, aseguró que su partido perseguirá en los tribunales «a todos» los que han filtrado y han imputado acciones ilegales al PP y a los medios que las han publicado. «A todos los que han atribuido al PP o a su dirección conductas ilegales o irregulares, y cuando digo todos, es a todos los que lo hayan podido filtrar y a los que lo hayan publicado», avisó. El portavoz, sin embargo, se resistió a dar nombres.

La secretaria general, Dolores de Cospedal, a su vez, se reunió con los secretarios generales del partido de las 17 comunidades autónomas para tranquilizar los ánimos y trasladar un mensaje de confianza. La número dos del partido explicó a sus interlocutores que los asientos de la presunta contabilidad B son «prefabricados» y se hicieron «del tirón». El vicesecretario de Estudios, Esteban González-Pons, abundó en la misma tesis y aseguró que se trata de unos apuntes contables redactados «de una sola sentada», es decir, que no transcurrió tiempo entre una anotación y otra, lo que demostraría que fueron elaborados 'ad hoc' por alguien para ser divulgados.