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Más de un centenar de fincas vacías desafían el paso del tiempo

La Asociación Cádiz Centro está actualizando el censo de los inmuebles desocupados que hay en el casco antiguo de la capital

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Candados en las puertas, paredes desconchadas, cristales que desaparecen con el paso del tiempo. Es la apreciación exterior de una finca abandonada en el centro de Cádiz escogida al azar. Una del más de centenar que hay detectadas en el casco histórico de la ciudad. Solo hay que darse un paseo por cualquier barrio, desde la Viña hasta Santa María, pasando por la plaza Mina para encontrar una. Al final de la calle, a veces oculta como en el 6 de Horozco, o a veces presumiendo orgullosa como el número 11 de plaza Mina, se erige un inmueble que hace tiempo que no recibe visita. La Asociación Cádiz Centro ha detectado en torno a unas 130 fincas cerradas en el casco histórico, desde las Puerta de Tierra hasta la Alameda. Un censo que realizaron a finales de 2011 con sus propios medios a base de tantear a vecinos, comercios y hasta contadores de luz y agua. Ahora, inmersos en la actualización del mismo, avanzan que el número se mantiene. «Ha habido algunas actuaciones de rehabilitación por lo que han vuelto a estar ocupadas, pero son muy pocos los casos», cuenta Francisco Gómez, desde la Asociación Cádiz Centro. El panorama ha cambiado más bien poco en este último año por lo que no dan por cumplido su objetivo. «Queríamos denunciar el alto número de inmuebles que están desocupados en el centro para que los propietarios que cuenten con las condiciones económicas se hicieran cargo de su rehabilitación y las vendiese o alquilase» o en aquellos casos en los que no pudiesen hacer frente al presupuesto pudiesen hablar con las administraciones. Pero no ha sido así, «incluso alguno se ha enfadado por sentirse señalado».

Entre el gran listado de fincas abandonadas se encuentran viviendas de distinta protección en el Plan General de Ordenación Urbana. Llama la atención el número 11 de plaza Mina, un palacete de estilo isabelino, cuya fachada ya es de por sí llamativa por los ornamentos y su balcón principal. A pocos metros, en la calle Calderón de la Barca se encuentran tres fincas cerradas, una de ellas perteneciente a una promoción de lujo que está pendiente de sus compradores, que contrasta con otras dos cercanas tapiadas y cerradas a cal y canto.

Penalización

Estos son solo algunos ejemplos de la misma fisonomía repartida por el centro de la ciudad. Desde Izquierda Unida, el portavoz municipal Sebastián Terrada, contrapuso el número de casas vacías con el problema que tienen buena parte de los gaditanos para acceder a una vivienda y se ven obligados a emigrar. «La ciudad pierde unos 1.000 habitantes por año mientras que existe un gran número de fincas desocupadas». Ante este problema, han presentado ya varias proposiciones al pleno y al Parlamento andaluz para que se grabe de alguna manera la posesión de viviendas deshabitadas, ya sea a través de un incremento del impuesto del Bienes e Inmuebles (IBI) o de alguna otra forma.