El 'Alcaldeator' de Miami

¿Qué fue primero, el político o el culturista? En el caso de Arnold Schwarzenegger, alias 'Conan' o 'Terminator', está claro que pasó por los gimnasios antes de pasar por otras muchas cosas: el cine, la política, el adulterio y otra vez el cine. Sin embargo, la sociedad estadounidense está perpleja con Carlos Álvarez, de 61 años. En su caso todo fue al revés: de policía a alcalde del condado de Miami-Dade y de ahí, a campeón de culturismo. Y tienen dos cosas más en común: son republicanos y emigrantes.

Carlos Álvarez llegó a los ocho años a Florida procedente de Cuba junto a su familia. La tierra de las oportunidades era un mundo por explorar y los castristas iban limitando libertades en la isla caribeña. Estudió en la Universidad Internacional de Florida y después en las academias de la Policía y del FBI, para forjarse como defensor de la ley. En 1976, cuando a España llegaban la televisión en color y los primeros rayos de la democracia, Carlos Álvarez ingresó en el Departamento de Policía de Miami-Dade. Allí hizo todo un carrerón que le llevó en 1997 a ser el director del cuerpo. Como responsable de los agentes que luchaban contra la 'corrupción en Miami' estuvo hasta 2004, año en que saltó a la política.

Con el apoyo de todos sus paisanos cubanos, como bastión de la severa moral del sur, de las costumbres y 'buenas maneras', Álvarez consiguió la alcaldía de Miami-Dale. Poco a poco aglutinó poder y popularidad. Pero todo eso acabó dando paso a presuntas irregularidades, decisiones a dedo, gastos excesivos en proyectos urbanísticos y sueldos desmedidos. Casi una década después, en marzo de 2011, el popular edil abandonó la política y la vida pública y desapareció el mapa. Eso sí, con una doble jubilación: como policía y como alcalde.

Dicen los psiquiatras que llegada una edad, pasada la madurez, el hombre entra en una fase en la que se apoltrona o, por el contrario, no para. Esto último se llama vigorexia y en España hay suficientes ejemplos de personajes públicos que le dan a la raqueta, al 'running' o a la bici. El exalcalde de Miami-Dade encontró su pasatiempo en los abdominales, las pesas, las mancuernas y los 'complementos' vitamínicos. Así, la sorpresa fue hallar en la prensa local a Álvarez totalmente musculado y ganando un concurso de fisioculturismo de West Palm Beach. Y como esta afición tiene mucho de narcisismo, el buen 'alcaldeator' pagó 75 dolares (unos 60 euros) para le hicieran un álbum fotográfico y un vídeo del evento.