ESPAÑA

Un hombre de 46 años con dos hijos fallece envuelto en llamas en la localidad riojana de Quel

QUEL. Actualizado: Guardar
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Nadie daba crédito ayer a lo que había sucedido la noche anterior en el centro del municipio riojano de Quel. «Estas cosas parece que pasan siempre en otros sitios», era el comentario general de la mayoría de los vecinos. Salah Oubari, un vecino de la localidad de 46 años, natural de Marruecos y padre de dos hijos de 13 y 16 años, fallecía pasada la medianoche, tras arder por causas que aún se siguen investigando a pesar de que la línea policial apunta a que pudo tratarse de un suicidio.

Todo comenzó hacia las 23.00 horas del miércoles, cuando vecinos de la zona alertados por un resplandor se asomaron a los balcones y fueron testigos del terrible suceso. «Cuando vi que alguien se estaba quemando pedí auxilio a mi marido, que le roció con un extintor que tenemos en la terraza y luego bajó con una manta a la calle», explicaba la primera vecina que vio el desagradable accidente.

Pero, a pesar de sus esfuerzos, nada pudieron hacer ni ellos ni otros vecinos por la vida de Salah, quien murió algo más tarde en la ambulancia que lo atendía. «Era imposible hacer nada, era una antorcha humana», comentaban. «No sabemos qué ha podido pasar pero es verdad que había un mechero debajo de su coche y tenía el depósito abierto», detallaron otros queleños.

Aun cuando todo parece apuntar a que fue el mismo Salah quien se prendió fuego, la familia niega en rotundo esa posibilidad. Así lo aseguraba ayer su viuda, Hada Moussai, y sus familiares. «Es imposible que lo haya hecho él porque ahora estaba en una buena situación y tenía trabajo», enfatizó.