CÁDIZ

«Me siento estafado por unas siglas que siempre defendí»

Dos de los despedidos en la provincia narran la impotencia de «verse maltratados» en una 'casa' a la que han estado vinculados 20 años

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Despedidos sin el amparo del sindicato al que le han dedicado 20 años de su vida laboral. Así se sienten dos de los despedidos que como muestra del clima que se vive en estos momentos en la central sindical, ruegan que se les mantenga en el anonimato por miedo a represalias. Este periódico ha querido conocer sus historias para entender las peculiaridades de este nuevo colectivo que se suma a la millonaria cifra de parados de este país. Sus carreras profesionales en UGT han concluido de forma abrupta por una 'empresa' que se supone que trabaja en defensa de los trabajadores, a excepción de ellos.

Uno de los entrevistados es uno de los fijos-discontinuos dependiente del Programa Orienta. Su historial laboral le computa 21 años en UGT. «Empecé como fijo, después me fueron cambiando siempre con la promesa de que no pasaría nada. Y ahora me encuentro reclamando hasta los días que computan para mi despido». Mediante esa fórmula de contrato, en los últimos años ha estado unos tres meses de media en el paro, mientras se aprobaba cada edición de este Programa financiado con fondos de la Junta. Este ejercicio, el Orienta se ha cancelado oficiosamente porque no hay ninguna resolución por escrito de la Administración regional anunciando la eliminación del programa. La sección sindical explica que la «jugada» ha consistido en que a lo largo de este año, la Junta ha aplicado el silencio administrativo. Sin subvención, el programa se muere y con él, los 130 trabajadores que de no aplicarse el ERE se habrían ido al paro en enero de manera temporal. «Sin resolución ni nada, nos mandan a la calle aplicándonos la reforma laboral. Me he partido la cara por este sindicato durante años, defendiendo estas siglas y hoy me siento estafado en lo moral».

Con una antigüedad similar se ve en la misma tesitura otro de los afectados de la estructura del sindicato. A lo largo de su trayectoria ha tenido algunos desencuentros con la Ejecutiva de turno; por lo que cree que estaba «señalado». Comparte la visión que ha defendido la sección sindical en la negociación. «Un sindicato no puede aplicar la reforma para la que pide a la gente que se manifieste en su contra en la calle, que haga huelga y que se juegue su salario o su puesto por secundarla». Además se pregunta qué destino han tenido las partidas millonarias que cada ejercicio ha recibido la central sindical como subvenciones de las administraciones.

Finanzas investigadas

En Cádiz, ya hubo una investigación interna en este sentido. En 2010, la comisión de garantías confederal -órgano fiscalizador del sindicato a nivel estatal- investigaba las finanzas de UGT-Cádiz y la posible implicación de su entonces secretario provincial, Pedro Custodio, en el dispendio de recursos de la organización para fines personales. La resolución definitiva exoneraba de culpa a Custodio porque no se podía acreditar que hubiera tenido una participación directa en la gestión, pero fue la gota definitiva para que presentara la dimisión tras publicar LA VOZ la denuncia.

«Hay ciertos gastos en UGT-Cádiz de difícil respuesta desde el ámbito estrictamente sindical, que deberían haber sido controlados, investigados y suprimidos por los órganos responsables de estas incidencias». Sin mencionarlo explícitamente, la comisión se refería a cargos en las tarjetas de crédito del sindicato en bares de copas, marisquerías e incluso supermercados que eran complicados de relacionar con la actividad sindical, indicaba la resolución que hizo público este medio y en la que el órgano fiscalizador demostraba una honda preocupación.