España mantendrá presencia militar en Afganistán tras su retirada

España mantendrá una reducida presencia militar en Afganistán una vez que en 2014 se haya completado la retirada de los 1.369 soldados desplegados en la actualidad en el país asiático. Así se lo comunicó ayer el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, al presidente afgano, Hamid Karzai, en la entrevista que mantuvieron en Kabul en el marco del viaje que Rajoy realizó con el fin de visitar por primera vez desde que llegó a la Moncloa a las tropas españolas.

La contribución ofrecida a partir de 2015, que se encuadraría dentro de la misión de la OTAN, consistiría en la gestión del aeropuerto y del hospital militar de Herat, labores que actualmente ya desempeñan los militares españoles. Por el momento no se ha calculado el número exacto de efectivos que deberían continuar en esta base -en la que a día de hoy hay algo más de 350 hombres y mujeres- para llevar a cabo estas tareas. Según Defensa, dependerá de la organización de la futura misión que se ponga en marcha tras la retirada, un escenario sobre el que ya están trabajando los aliados. Al margen de este compromiso, España contribuirá también al sostenimiento del Ejército y la Policía afganos, a los que lleva entrenando desde el inicio de la misión.

Asimismo, Rajoy propuso a Karzai la creación de una misión comercial española para la construcción de infraestructuras, viviendas, agua o telefonía.

No bajar la guardia

En las bases de Herat y Qala i Naw Rajoy instó a las tropas españolas a no bajar la guardia hasta el final de la misión, que se prolonga ya desde hace diez años. El jefe del Ejecutivo destacó que el trabajo de las Fuerzas Armadas ha supuesto un salto cualitativo muy importante en la provincia de Badghis, «la más dura, donde más riesgo existe y más desgaste ocasiona, especialmente en los puestos de combate de Ludina y Moqur». «Vuestro trabajo y sacrificio tienen un sentido muy claro: significan libertad, dignidad, respeto a los derechos humanos y mejores condiciones de vida para los afganos», precisó. Puso además como modelo la dedicación de los militares: «Sabéis que España vive un momento difícil. Si todos trabajáramos con empeño, cumpliéramos con nuestras obligaciones y dijéramos 'voy a hacer lo que yo tengo que hacer sin importarme lo que hagan los demás' las cosas irían mejor».

La visita de Rajoy coincide con el inicio del repliegue, que comenzó el pasado mes con una reducción del 10% de la tropa, y que continuará con la retirada del 40% a lo largo de 2013 y del restante 50% en 2014. El pasado noviembre los militares españoles cedieron el control de la seguridad a las fuerzas armadas afganas y ahora se limitan a prestar apoyo en caso de enfrentamiento con los insurgentes.

Tras pasar cerca de diez horas en Afganistán, la delegación española puso rumbo de regreso, a bordo del Airbus 310 de la Fuerza Aérea. Antes de llegar a Madrid con el grueso del pasaje, el avión se desvió a Vigo, donde dejó al presidente del Gobierno, que pasará en su tierra las fiestas navideñas.