EMPRENDER CON CABEZA

Bueno, pues ya está. Ya pasó. Ni se acabó el mundo el viernes ni a la inmensa mayoría nos tocó la lotería ayer. Alegrías importantes en Chiclana, Barbate o Algeciras. Pero el resto seguimos como hace 48 horas. Con una ruina importantísima y un mundo que, salvo alguna pequeña avería en la capa de ozono, continúa igual que hace unos siglos. Lo de los mayas era un cuento y el señor calvo del anuncio no ha logrado cambiar gran cosa pese a su empeño. O nos movemos nosotros o seguimos cuesta abajo y sin frenos. Es evidente que no podemos dejar nuestro futuro en manos del destino. Menos aún en estos tiempos que corren. Y cuando hablo de fiar nuestro futuro al destino no me refiero a un meteorito o un golpe de suerte. Ese destino, por estos lares, ha sido muchas veces lo que aquí conocemos como 'una paguita' o un piso del Ayuntamiento. Ya saben, ese sambenito que nos persigue, como el de que por aquí todos tenemos mucha gracia o somos gays. Que venga alguien a 'rescatarme', cuan banco en números rojos.

El único camino que nos queda para encarrilar nuestro futuro y, de paso, quitarnos la etiqueta, es ponernos las pilas y mirar hacia adelante con determinación. Hay caminos, aunque sean complicados. Uno de ellos es emprender. Y en esta provincia se puede hacer. Hay centenares de posibilidades ligadas al turismo. O a la industria. Tenemos ejemplos clarísimos de gente joven y preparada, que incluso hace unos días optaron a los premios nacionales de jóvenes empresarios. Bionaturis -empresa dedicada a la industria farmacéutica- o Carbures -que fabrica todo tipo de piezas de fibra de carbono, hasta estoques para los toreros-. Son ejemplos clarísimos de espejos en los que mirarse. Ambas cotizan hoy en bolsa y ambas empezaron hace pocos años con poco dinero, mucha juventud y mayor ilusión.

Lo de emprender suena a tópico ya. Pero es un camino necesario. Hay que hacerlo y hacerlo con cabeza. Los propios emprendedores distinguen entre los que lo hacen por necesidad y los que lo hacen en base a una idea. Una buena idea que sea factible y con perspectivas de negocio. Pensemos, ayudemos entre todos al crecimiento de nuestra economía. Porque parece evidente que, a estas alturas, nadie va a venir a rescatarnos. Ni siquiera a llevarnos por delante con un meteorito.