José Luis Olivas (en el centro), a la salida de la Audiencia Nacional tras declarar por el 'caso Bankia'. :: EFE
Economia

Olivas dice que Bancaja entró en Bankia por las amenazas del Banco de España

El expresidente de la caja asegura que el regulador intervendría la entidad si no accedía a la integración

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Olivas, expresidente de Bancaja, sostiene que aceptó la integración de la caja valenciana en Bankia por las amenazas del Banco de España. Olivas -que ocupó la vicepresidencia de BFA, la matriz de Bankia, entre diciembre de 2010 y noviembre de 2011- fue tajante en su declaración ante el juez Fernando Andreu, instructor de la causa que investiga la constitución y salida a Bolsa de la entidad financiera. El que fuera presidente de la Generalitat Valenciana entre los mandatos de Zaplana y Camps acusó al Banco de España poco más o menos que de usar tácticas mafiosas para forzar la participación de Bancaja en Bankia.

Según fuentes jurídicas, Olivas contó ante el juez cómo el 24 de mayo de 2010 fue citado por el subgobernador del Banco de España para una reunión en la que «se me conmina» a integrar a Bancaja en la nueva entidad financiera. «Me negué porque los resultados de 2009 (de la caja) eran buenos, no teníamos apenas morosidad», sostuvo. Apenas una semana después el Banco de España da una vuelta de tuerca en sus presiones. En esa cita ya está presente el gobernador, por aquel entonces Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Según Olivas, este fue «vehemente sobre la necesidad de la integración. Había que calmar a los mercados» por la crisis de Grecia y el deterioro generalizado que comenzaba a observarse en la economía.

Integración

Las negociaciones suben de temperatura cuando, siempre según Olivas, el gobernador del Banco de España convoca a Rodrigo Rato para acelerar el proceso de integración. «Si es necesario, les dejamos un despacho para que negocien», fueron las palabras de Fernández Ordóñez. Finalmente Olivas da su brazo a torcer porque, asegura, el Banco de España le recuerda que existe una inspección en curso a Bancaja que puede acabar «en una intervención».

En otro punto de su declaración -marcada por las dudas y ciertas contradicciones según fuentes jurídicas-, el expresidente de la Generalitat reconoce que la fusión no es una buena salida para las diversas entidades que posteriormente conformarían Bankia. Es entonces cuando el juez le pregunta directamente si accedió a la integración por las amenazas del Banco de España o porque consideraba que era lo mejor para la caja que presidía. «En condiciones normales, no habría aceptado. Pero es que el regulador tiene mucho poder», fue la respuesta.

El exbanquero abandonó la Audiencia Nacional a bordo de un taxi, con evidentes gestos de inquietud ante la lluvia de insultos que recibió por parte del habitual grupo de afectados por preferentes de Bankia que se concentra a las puertas del tribunal.

El otro de los imputados en declarar ayer fue Francisco Verdú, consejero delegado de Bankia entre el 16 de junio de 2011 y el 4 de julio de este año. Verdú aseguró ante el juez que accedió a entrar en Bankia a petición de Rodrigo Rato y no por dinero sino «porque suponía un reto». El principal desafío que, según Verdú, planteaba su nuevo trabajo era combatir la «escasa liquidez» del banco.

El turno de declaraciones de los imputados por el caso Bankia se cierra hoy con la esperada comparecencia de Rodrigo Rato.