Artur Mas y Oriol Pujol, durante una reunión de Convergencia. :: T. A. / EFE
ESPAÑA

El hijo de Pujol pide amparo ante las acusaciones de corrupción

El PP reclama a Artur Mas que dé explicaciones por la proliferación de denuncias contra miembros de CiU

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Ante el incesante goteo de informaciones que implican a Artur Mas, Jordi Pujol y su familia en supuestos casos de corrupción, el número tres de CiU, Oriol Pujol, reclamó ayer amparo a la Fiscalía General del Estado. El dirigente convergente pidió ayuda al Ministerio Público para protegerse de una situación en la que, según dijo el secretario general de Convergència, se sienten «indefensos».

El político nacionalista dijo basta, después de que los quioscos amanecieran ayer plagados de informaciones en medios conservadores que relacionaban a los Pujol y a Mas con presuntas actividades ilícitas. El presidente del grupo de CiU en el Parlament y desde hace tiempo llamado a ser el sucesor de Mas al frente de CiU proclamó una vez más su inocencia y reiteró que no conoce al empresario del 'caso Campeón' Jorge Dorribo, quien afirma que participó en operaciones irregulares en las adjudicaciones de estaciones de ITV. El hijo del expresidente Jordi Pujol nada dijo, en cambio, de otras informaciones sobre cuentas bancarias suyas en el extranjero.

Pujol calificó de «ensañamiento» las informaciones que le sitúan en la cúspide de una operación que trataba de remodelar las adjudicaciones de instalaciones de ITV en Cataluña para realizar posteriormente suculentos negocios con las concesiones. Pujol relató que no no está imputado en esa causa y, por tanto, tiene acceso al sumario que publican los medios de comunicación y en el que supuestamente aparece citado. Recordó asimismo que ningún estamento judicial le ha requerido información sobre este asunto.

Desde CiU siempre han relacionado la publicación de presuntos vínculos de sus altos cargos con la corrupción con la situación política del momento. Cuando aparecieron las primeras investigaciones que salpicaban a Pujol con la trama de las ITV, la federación nacionalista contextualizó el escándalo con la negociación en torno al pacto fiscal. Más tarde, durante la campaña electoral, estalló el asunto de las supuestas cuentas suizas de Mas y Pujol, que se convirtieron casi en las protagonistas absolutas de la carrera hacia la Generalitat, y que desde CiU situaron como un ataque directo a Cataluña y su decidida apuesta por un plan soberanista.

«Indefensión»

La formación nacionalista utiliza ahora el mismo argumento para el goteo de noticias sobre el 'caso Campeón'. «Hay un ataque a una serie de personas para abortar el proceso que ha iniciado Cataluña. Aquí es donde se equivocan», dijo Pujol. «No es nada agradable. Hay gente que nos quiere arrinconar y destruir», añadió. «Estamos en un punto de indefensión muy grave. Nos toca pedir cierto amparo en la Fiscalía», remató.

La Fiscalía General del Estado respondió ayer a la petición de Pujol y aseguró que no puede ofrecer ninguna protección o «amparo» fuera de las actuaciones que se deriven de la personación del Ministerio Público en las diligencias o procedimientos judiciales relacionados con estas personas.

Sean ataques o ensañamiento con sus dirigentes, como mantiene Pujol, el caso es que la sombra de la corrupción persigue al principal partido de Cataluña, que tiene su sede central de Barcelona embargada para hacer frente a la fianza de 3,2 millones que le impuso el juez como responsable civil subsidiario por el expolio del Palau de la Música. El juez cree que el jefe máximo del Palau, Fèlix Millet, ejerció de intermediario en el pago de comisiones de la constructora Ferrovial a cambio de la supuesta adjudicación de obra pública en los sucesivos Gobiernos de Jordi Pujol.

Desde el PP dieron por buenas las informaciones periodísticas y la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, reclamó «cuando menos explicaciones» al «partido que gobierna en la Generalitat de Cataluña». Hace una semana, Cospedal dio por hecho que Mas cuenta con depósitos bancarios en Suiza y afirmó que «apesta» que el presidente del Govern catalán lo vea como algo normal.