Los tres finalistas gaditanos al Premio Joven Empresario del año, durante su visita a la redacción de LA VOZ. :: FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

Éxito personal e inspiración global

Tres emprendedores gaditanos optan al Premio Nacional Joven Empresario

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ideas claras, formación, valentía, ambición y capacidad de liderazgo. Estas son algunas de las claves para triunfar en el mundo de los negocios. Lo saben bien los tres emprendedores gaditanos que optan al XIII Premio Nacional Joven Empresario de este año 2012 que convoca la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios y que se entregará en Cádiz el día 10 de diciembre. Se trata de Víctor Manuel Infante Viñolo, de la farmacéutica Bionaturis; Rafael Contreras Chamorro, de la empresa especializada en el uso de fibra de carbono Carbures Europe S. A.; y Alberto Alcántara Benítez, de la empresa de informática y desarrollo de aplicaciones para internet Xerintel. Los tres han analizado para LA VOZ la situación del tejido industrial en la provincia y echan la vista atrás para recordar sus inicios. Su experiencia es inspiradora.

Comienzos

Nadie dijo que los comienzos fueran fáciles, pero tampoco hay que caer en el mito del sudor y las lágrimas. Más allá de esperar a que un cicerón, público o privado, venga a abrir las puertas del éxito, los tres empresarios coinciden en que nada es posible sin una idea clara, tanto de lo que se quiere poner en marcha como de la meta que se quiere alcanzar.

Alberto Alcántara empezó el proyecto de Xerintel en casa, con su ordenador portátil. «Tan abajo, que no me costó nada». Eso sí, cuando vio que su negocio comenzaba a tener volumen invirtió los 12.000 euros del ticket de autónomo que le concedió la Junta de Andalucía en medios tecnológicos. Y a partir de ahí su empresa se ha autofinanciado, sin necesidad de avales bancarios y reinvirtiendo los beneficios.

Un germen distinto es el de Carbures y Bionaturis. Ambos casos con un 'spin-off' de la Universidad. Sus proyectos contaron con el respaldo inicial de la Fundación Universidad Empresa de la Universidad de Cádiz (Fueca). Eso sí, con un volumen de negocio tal que ambas compañías están ya cotizando en el Mercado Alternativo Bursátil, Víctor Manuel Infante explica que el desarrollo del proyecto conllevó un riesgo económico personal, el de los cerca de 100.000 euros que él mismo y sus socios tuvieron que invertir en una apuesta que, afortunadamente, les ha salido tal y como tenían planeado,

Más curiosa es la historia del nacimiento de Carbures. El consejero delegado de la empresa, Rafael Contreras, explica que «desde el principio contamos con lo que se llama nanoinversores. Conseguimos que 30 catedráticos de distintas universidades españolas conocieran nuestro proyecto y estuvieran dispuestos a poner cada uno 20.000 euros, planteándoles la posibilidad que fueran para perderlos». Pero eso no pasó. Esos 600.000 euros iniciales se han multiplicado en pocos años hasta llegar a manejar a día de hoy inversiones de más 31 millones de euros. En su caso sí se ha recurrido en más de una ocasión a créditos bancarios millonarios.

Estrategia

Destacan los empresarios que, para lograr el éxito con sus empresas, han partido de un punto inicial fundamental: una idea clara y una meta definida. Víctor Manuel Infante cuenta que su equipo siempre tuvo claro que querían crear «una empresa vinculada al sector de la salud y que dejara algún legado». Y desde esa base han tenido siempre el punto de vista puesto en lo que querían conseguir, «aunque luego el mercado hace que vayas cambiando de estrategia».

Alberto Alcántara introduce otra cuestión fundamental: antes de ofrecer un producto hay que buscar la necesidad del destinatario.

Por su parte, Rafael Contreras, tira de experiencia personal para advertir que «el mercado ya no es local, sino global». Y en ese sentido considera que «hay que cambiar la cultura empresarial. De lo que nos tenemos que preocupar es por desarrollar nuestras potencialidades, nuestra tecnología, no de que las grandes empresas vengan o se vayan de la Bahía». Esa filosofía la define como tener «ambición global, pero con una perspectiva local».

Sectores

El caso de estos tres emprendedores es un reflejo de la importancia creciente del I+D+I en el desarrollo económico regional. Coinciden en que su éxito se basa en ofrecer algo distinto, absolutamente especializado y adaptado a las necesidades actuales del mercado.

El caso de Xerintel es clarificador. Esta empresa jerezana, entre otros trabajos, se ha especializado en dar servicios específicos a clubes y federaciones de fútbol. Carbures y Bionaturis, por su parte, se han especializado en dar servicios exclusivos, innovadores, difíciles de encontrar en otras empresas, como la fabricación de productos de fibra de carbono para el sector aeronáutico y de la automoción, y el desarrollo de nuevas patentes farmacéuticas y veterinarias, con especial atención a los medicamentos de tipo biológico, respectivamente.

Aún así, y siendo conscientes de las características del contexto en el que se mueven, coinciden a la hora de colocar al sector turístico como el principal activo gaditano en particular y andaluz en general. Víctor Manuel Infante pone el acento en que el 70% del PIB de Andalucía es el sector servicios. «Hay mucho margen de crecimiento a corto plazo. A nivel de Andalucía no se puede dejar de lado el desarrollo de la tecnología, pero esto dará resultados a medio o largo plazo, no va a resolver los problemas actuales. En el turismo es donde está el gran margen de mejora para la región, pero hay que contar con gente preparada para este sector».

Rafael Contreras hace hincapié en la idea. «El gran mercado español es el turismo. Crear un gran tejido industrial requiere de un plan de 20 años». Esto se une a la falta de estabilidad en la zona de Cádiz que produce la deslocalización de grandes empresas. «Esos procesos de deslocalización son algo cíclico, natural». Por eso afirma que lo importante es conseguir que los centros de decisión de las empresas se fijen aquí y que la zona se defina. «Cuando vas a Los Ángeles la gente pregunta si eres de la industria, dando por hecho que esa industria es la del cine. Aquí, en Cádiz, en Andalucía, tenemos que saber explotar nuestro gran valor, que es el turismo. Otra cosa es trabajar para poner nuestra tecnología, a nuestros profesionales, sobre la mesa para conseguir un tejido industrial potente, pero eso no se hace de un día para otro».

Recuperación

En los últimos tiempos se mira directamente a los pequeños y medianos empresarios como principales motores de la recuperación económica y la creación de empleo. De hecho, en la pasada Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado celebrada en Cádiz uno de las puntos de acuerdo fue la necesidad de apostar por la creación y consolidación de estas empresas. Más allá de si está en sus manos la salida de la crisis, su posición en el mercado les hace tener una visión privilegiada del horizonte de la recuperación. Alberto Alcántara asegura que «tenemos que aprovechar la tecnología. Nos sobra pesimismo y nos falta imaginación en el mundo empresarial. Negocio hay, la cuestión es buscar la idea adecuada». Para Rafael Contreras el principal escollo que hay que superar es el problema del liderazgo, y «el emprendedor tiene esa capacidad. Sabes dónde tienes que ir, te levantas y vas», así de sencillo. Por último, Víctor Manuel Infante va más allá, y afirma que «la crisis nos tiene que enseñar que la política y la calle están muy alejadas. Hay que reflexionar, cambiar lo que sea necesario y reforzar el sistema político».

Distintas visiones de un camino que debe llevar a la sociedad a unas metas que ellos, ya están tocando con los dedos. Puede que el día 10 de diciembre el Príncipe de Asturias le entregue a alguno de los tres el Premio al mejor Joven Empresario de 2012.