Robert Redford, ayer, durante su visita a Madrid. :: ALBERTO FERRERAS
Sociedad

Robert Redford, el independiente

El actor evoca su estrecha relación con España al presentar en Madrid su 'Sundance Channel'

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Pocas estrellas tan icónicas del cine norteamericano de los últimos 50 años como Robert Redford y, por lo tanto, pocas visitas tan extraordinarias como tener durante al menos 24 horas al actor de pelo pajizo y mirada cautivadora paseándose por Madrid, embutido en una camisa de lino azul, para relanzar en España el Sundance Channel, el canal de televisión del festival de cine independiente que él mismo fundó en las montañas de Utah e instaló en Salt Lake City allá por 1981. Pero lo de la visita de Robert Redford a España suena más a excusa personal que a obligación promocional de su canal. «Tengo una larga relación con este país. Estuve en 1957, cuando quería ser pintor, y pasé unos meses en Mallorca pintando algunos cuadros», contó durante su encuentro con la prensa.

Pero esa no fue la única ocasión: «Luego volví con mi familia, a mitad de los sesenta, y estuve otra vez en un pueblo de pescadores en Mallorca, llamado Puerto Alcudia. En esa ocasión quería mostrarles a mis hijos otras culturas. Luego regresé cuando no tenía muy claro qué quería hacer con mi vida profesional, estuve un año sabático en España, esta vez en Málaga: siete meses en una granja de Mijas, algo que recuerdo como una gran experiencia», confesó.

En efecto, Robert Redford es uno de los hombres con mayor influencia de Hollywood, pero también uno de los más independientes, alguien que no cambiaría su vida rural y su familia por todo el asfalto lustroso de la ciudad de Los Ángeles. «Mi familia, tener una carrera exitosa después de tantos años y la sensación de libertad que siento son las tres cosas de las que más me enorgullezco», reconoció en Madrid.

Una libertad creativa que le ha llevado a producir, dirigir y actuar en sus propias películas ('Quiz Show', 'Leones por corderos') o a llevar a cabo un experimento fílmico como en el que está ahora mismo inmerso y que promete que presentará en el próximo festival de Cannes: 'All Is Lost', que dirige e interpreta como único actor frente a la pantalla y sin diálogos. «Es la historia de un marinero solo ante una tormenta en el océano Índico. Narra en detalle y sin palabras lo que hace para sobrevivir. La he rodado en México, en el mismo set que James Cameron utilizó para 'Titanic'», adelantó.

Sundance, ese otro bastión de la independencia que salió de la mollera de este hombre allá por los inicios de la década de los 80, es hoy un encuentro ineludible del cine 'indie' mundial, hoy más cercano a la industria que al mero encuentro. «No sabíamos cómo iba a responder la gente (al festival de Sundance) porque en 1981 no existía el cine independiente americano como tal. El hecho de estar hoy aquí demuestra que ha sido un éxito».

Robert Redford no tiene duda, el cine es para él un continente amplio donde cabe no solo la independencia, sino también las grandes producciones, pero cuando se trata de sus predilecciones personales lo deja claro: «No estoy en contra del cine 'mainstream', en el cine cabe todo, pero sí es cierto que estoy más interesado en un cine humanista, que hable de las vidas de la gente, y eso es algo que las películas independientes hacen, un cine que se sale de lo convencional, que enriquece e innova y eso es esencial en estos tiempos críticos que estamos viviendo», puntualizó.

Es este cine el que se ocupa de difundir a través del canal de televisión Sundance Channel, que se emite en España desde 2011 a través de Imagenio, y que amplía ahora su programación. «Estamos trabajando en lanzar el canal a través de internet y en 'streaming', ese será un gran paso adelante», agregó el artista.

Poco le queda por hacer al hombre que en el celuloide encarnó al mítico pistolero Jesse James y tantos otros forajidos, pero ¿se atrevería Redford, defensor de tantas causas, a entrar en política? «Sería un gran error. Me volvería loco. Me parece un ambiente demasiado limitado y restrictivo, no va con mi espíritu de independencia. A tenor de los últimos acontecimientos en Estados Unidos, me parece que es un carnaval del absurdo», concluyó.