El arquitecto Antonio Ángel García posa junto a uno de los dos hitos que componen el conjunto de las Antorchas de la Libertad. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

«Abruma pensar que dentro de 100 años se pueda estar hablando de las Antorchas»

El arquitecto del monumento del Bicentenario, Antonio Ángel García, reconoce que la crisis ha obligado a hacer algunos ajustes en su proyecto

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Las Antorchas de la Libertad iluminarán el entorno del Puerto de Cádiz a finales de esta semana. Los operarios que han estado trabajando en la construcción de los dos monumentos que componen este conjunto conmemorativo de la celebración del bicentenario de la Constitución de 1812 no han parado en las últimas semanas para llegar a tiempo a la Cumbre de Jefes de Estado que empieza este mismo viernes. Su ubicación, con uno de los hitos en la plaza de Sevilla y otro en la plaza de la Hispanidad, en la intersección entre una de las puertas del muelle y el frontal del monumento a las Cortes, en la plaza de España, obligaba a tener lista una de las fachadas que serán más fotografiadas en la gran cita.

La alcaldesa de Cádiz decía hace unos días que había especial interés en poder inaugurar el monumento en 2012, para evitar que ocurriera lo mismo que con el monumento a las Cortes, que se construyó para celebrar el centenario de la Pepa pero no estuvo listo hasta varios años más tarde.

El proyecto de las Antorchas de la Libertad es obra de un joven arquitecto jiennense, Antonio Ángel García Moreno, quien logró imponer su idea en el concurso convocado por el Ayuntamiento de Cádiz para la ocasión. La inversión realizada para levantar estos hitos ha sido ligeramente superior a los 600.000 euros.

Se trata de un proyecto de envergadura, tanto por sus dimensiones como por su simbolismo. Antonio Ángel García ha estado en los últimos días en Cádiz supervisando los trabajos. Asegura que ya está todo «casi acabado». De hecho, a falta solo de probar los dispositivos luminosos que proyectarán sobre el cielo de Cádiz una serie de palabras relacionadas con la Constitución de 1812, los trabajos se centran ahora en finalizar la urbanización del entorno, tanto en la plaza de Sevilla, donde se ha rodeado a la Antorcha de una zona ajardinada conseguida a base de tepes de césped artificial, como en la plaza de la Hispanidad, donde se está reurbanizado la cercana calle Colombia.

El arquitecto se mantiene ajeno a la polémica que su obra ha suscitado en la ciudadanía y asegura que está «muy contento con el resultado», puesto que, dice, es «exactamente como lo había proyectado». Aún así, reconoce que se han tenido que introducir algunas variaciones en el diseño debido a varios factores. Por un lado el entorno en el que se sitúan los dos hitos. Las características de los edificios que los rodean han obligado a recortar la altura de las Antorchas en diez metros. Al respecto de ese contexto físico en el que se está levantando el monumento, Antonio Ángel García asegura que le parece «bien», ya que «permite que los hitos se vean desde cualquier parte del Puerto».

Acogida

Y es que esa es una de las vocaciones de las Antorchas de la Libertad, servir como referencia a quienes lleguen a la ciudad por el mar, como lo hicieron los diputados iberoamericanos hace doscientos años para participar en la redacción de la Pepa. Las Antorchas y las palabras que proyectarán simbolizarán el abrazo con que Cádiz recibe a sus visitantes.

Pero no solo se verán desde el Atlántico, también mediante la proyección de un halo de luz vertical las Antorchas de la Libertad tendrán su propia prolongación vertical que se podrá apreciar casi desde cualquier punto de la ciudad.

También la omnipresente crisis ha obligado a modificar el proyecto. En este sentido se ha tratado de abaratar costes a la hora de elegir los materiales de construcción, algo que, explica García, «no ha afectado al resultado final». El revestimiento de la estructura metálica de los hitos es de acero y aluminio, «que son materiales que resisten bien la erosión provocada por la cercanía del mar». A lo largo de los últimos días este revestimiento exterior ha sido sometido a un tratamiento para mejorar su pulimentado.

García no es ajeno a la expectación que ha generado la construcción del monumento. Sabe que en este año 2012 se ha hecho una revisión de todo lo relativo al primer centenario de la Constitución de 1812, y asegura que resulta «abrumador» pensar que dentro de cien años, en el Tricentenario, se pueda estar hablando de él y del resto del equipo encargado de levantar las Antorchas de la Libertad. «Es un orgullo, pero la verdad es que estamos trabajando sin pensar en más allá del futuro inmediato».