Apuntes

La Junta juega al despiste con Delphi

La propuesta de la consejera de Presidencia solo puede entenderse como otra estratagema para ganar tiempo ante los trabajadores de la extinta factoría

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Parecía que a la Junta de Andalucía le quedaban pocas palomas que sacar de la chistera ante los trabajadores de la extinta factoría Delphi. Parecía que estos antiguos operarios ya estaban vacunados contra los cantos de sirena y reclamaban hechos que confirmasen el cumplimiento del discutible acuerdo, legítimo y vinculante, que la administración autonómica firmó con ellos hace cinco años y cuatro meses. Pero toda prevención es poca cuando se trata de Susana Díaz, el brazo ejecutivo de José Antonio Griñán e ideóloga máxima de la vigente versión del socialismo andaluz.

La joven consejera aún ha sido capaz de inventarse un nuevo giro. Propone que el Consorcio de Las Aletas, con fondos asignados sin ejecutar, se haga con la vieja y cerrada factoría de Delphi. A partir de ahí, el capítulo 540 del cuento de la lechera. Se buscaría un inversor que llegaría a la Bahía de Cádiz lanzando nóminas y billetes a los dos lados de su carroza. Contrataría a todos los trabajadores que se quedaron tirados en Delphi y todos comerían perdices.

Otro globo sonda, otro espejismo como el de la empresa norteamericana de capital chino. Todo por tal de no afrontar la realidad: que no es posible completar el compromiso de recolocación que se cerró con los trabajadores. El Partido Popular ya advertido que esta «propuesta» es inviable, que es un disparate y que mezcla un proyecto con un conflicto, un plan de futuro con un lastre del pasado que la Junta de Andalucía no sabe resolver.

Más que con fuegos artificiales que siempre le acaban quemando.