'Silver over Black, White, Yellow and Red', una de las obras de Pollock. :: CENTRO POMPIDOU (PARÍS)
Sociedad

A patadas con la pintura del siglo XX

'Explosión' recoge el legado del rebelde pintor estadounidense que ideó distintas formas de crearLa Fundación Miró muestra la revolución de los discípulos de Pollock

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Tras la Segunda Guerra Mundial muchos artistas quisieron empezar de cero. Percibían la pintura como una convención artística agotada. Agredirla, patearla y cuestionar sus cimientos, darle la vuelta como a un guante y subvertir la tradición y sus métodos, era un camino eficaz. Una explosiva y rabiosa exploración que contó con muchos y activos agentes que cambió para siempre las bases del arte y amplió sus límites. Fue una revolución plástica que declaró que el proceso creativo y el azar eran tan importantes como la obra misma. En esa rupturista constelación de 'activistas enrabietados' brilla con luz propia Jackson Pollock (1912-1956), alma y guía de '¡Explosión!', la muestra que acoge la Fundación Joan Miró y que revisa el poderoso legado del rebelde pintor estadounidense.

Comienza donde la modernidad se acaba. Lo hizo generando distintas y nuevas formas de crear, abriendo puertas a con agresivas patadas creativas. Las propinaban los miembros de una indómita generación de pintores y escultores que empezaron a verse sencillamente como artistas, considerando arte en potencia todo tipo de materiales, temas y acciones. «El azar fue uno de sus más eficaces aliados para romper los límites de una pintura que tenían por muy conservadora», destaca el comisario, Magnus af Petersens.

Kazuo Shiraga pintaba con los pies, colgado de unas cuerdas por encima de la tela. Shozo Shimamoto lanzaba botellas de vidrio llenas de pintura a sus obras y Niki de Saint Phalle disparó con un rifle contra los tableros que ella misma había preparado con globos de pintura envueltos en capas de yeso. Todos están en la muestra que recorre ese cambio radical a través de 70 obras de 35 artistas, desde finales de los años 40 hasta los 70 del siglo XX. Organizada con el Moderna Museet de Estocolmo, '¡Explosión!' está patrocinada por la Fundación BBVA.

Allan Kaprow, inventor de la palabra 'happening', describió por primera vez la explosiva situación en 1956 en su legendario ensayo 'El legado de Jackson Pollock'. Explica cómo es el pintor estadounidense y la pintura la llave maestra del cambio radical. Quizá el más profundo e influyente desde Marcel Duchamp. La mayoría de las nuevas creaciones artísticas -'happenings', 'performances' y arte conceptual- nacieron de nuevas aproximaciones a la pintura. Se produjo un cambio sustancial en la valoración de la pintura como objeto de arte y representación.

La «bisagra»

«Queremos explorar los elementos 'performativos' y conceptuales de la pintura, y los elementos pictóricos del arte conceptual y la performance», dice Petersens, que acaba de ser nombrado conservador jefe de la Whitechapel Gallery de Londres. Pollock es para él «la bisagra» que permite el paso de una era a otra que «cambia la pintura con radicalidad y optimismo». Desde la pintura de goteo y la fascinación del azar como método creativo de Pollock a la 'performance', la línea de la exposición descubre y pone en valor las perspectivas conceptuales. Hay pinturas, fotografías, vídeos, danzas, audios e instrucciones para instalaciones de los 35 artistas presentes.

En la muestra son fundamentales las filmaciones de Pollock, Yves Klein y el grupo japonés Gutai, cuyas acciones que provocaron enorme controversia. No menos polémicas fueron las obras de Lynda Benglis, Hermann Nitsch, Andy Warhol y Janine Antoni, que pintaba con su cabellera embadurnada de chocolate o tinte, también recogidas en la exposición. Se presenta el grupo artístico nipón Gutai (1954-1972), que trabajaba de forma radical en la frontera entre pintura y 'performance', anticipando muchas de las prácticas y estrategias artísticas posteriores, como el arte conceptual, el 'land art' o las instalaciones. En Europa expusieron junto a los artistas del grupo Zero, también presente en la exposición con obras de sus cofundadores, Günther Uecker y Otto Piene.

«Miró dijo que la pintura estaba en decadencia desde la edad de las cavernas para evidenciar su constante evolución, y esta muestra lo confirma», resume Rosa Maria Maletm directora de la Fundación Joan Miró que acoge esta exposición, que se vio antes en Estocolmo.