El obispo, junto a la directora técnica de Cáritas, Concha García, y Jesús Quílez . :: FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

La crisis duplica el número de familias atendidas por Cáritas

La organización pide ayuda e inicia una campaña basada en recuperar el diezmo a la Iglesia por medio de suscripción bancaria

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Quienes conocen la situación de primera mano, han visto el dolor en segunda persona. Para ellos, la crisis tiene nombre y apellidos. Es una persona que sufre y lo pasa mal, mientras al otro lado de la mesa, en primera persona, se siente «desbordado» e «impotente» ante la realidad que le rodea. Son los voluntarios y trabajadores de Cáritas que, mes tras mes, año tras año; ven como la situación económica de la Diócesis de Cádiz, lejos de mejorar, empeora cada vez más. Solo así se explica el demoledor dato que de las 4.000 familias atendidas en 2008 se haya pasado en 2011 a 9.000 unidades familiares. Más del doble en una atención primaria que se hace esencial. De ahí que Cáritas iniciara ayer una campaña destinada a recuperar el histórico diezmo de contribución a la Iglesia, per actualizado.

En concreto, lo que se busca es conseguir comprometer a familias o empresas con una suscripción bancaria. Una medida que se ajusta a «un concepto moderno de la economía» que hace «mas previsible y contabilizable» las ayudas. Así lo definió el propio obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, quien estuvo presente en una rueda de prensa en la que también estuvo la directora técnica de Cáritas Concha García y secretario general de Cáritas en la Diócesis, Jesús Quílez.

Los tres se refrieron a la complicada situación que atraviesan estas familias con un perfil que la crisis ha hecho cambiar. En su mayoría se trata de jóvenes desempleados en busca de su primer empleo, parados de más de 45 años y que en muchos casos llegan de la construcción con muy baja cualificación, mujeres solas con cargas familiares o familias jóvenes. En la tendencia actual, las Cáritas, a través de las parroquias, han encontrado casos de personas ancianas que, con su pensión tienen que atender a hijos o nietos que vuelven a casa o inmigrantes en paro a punto de perder su permiso de residencia.

Como dato novedoso, en las parroquias ya han atendido incluso a autónomos y pequeños comerciantes que han tenido que cerrar al quedar arruinados o familias cuya cabeza familiar es trabajador público «y se ven afectadas por los impagos de los Ayuntamientos». Así lo explicó García en referencia de un informe en el que se desarrolló las estrategias que desarrolla Cáritas como ayuda.

Pese a tener distintas iniciativas y proyectos, que incluyen la integración laboral de personas en riesgo de exclusión social (en 2011 atendieron a 800 personas, de las cuales 128 encontraron empleo), la intención es centralizar los esfuerzos de cara a la atención primaria a familias en parroquias. Así lo decidió la última Asamblea de Cáritas que define las líneas de actuación para los próximos tres años en los que se apostará por volver a las bases parroquiales.

Por ello, esta campaña que prepara la llegada del Jueves Santo día del amor fraterno aborda la necesidad del diezmo para continuar y reforzar esta ayuda que movió 1.215.273 euros tan solo en atención primaria. Esa es la cantidad que, en los últimos años, ha destinado la entidad a las ayudas a familias que se suman a la inversión del Fondo de Crisis de 165.160 euros procedente de donaciones, Cáritas Española y la Conferencia Episcopal.

Y es que, como Zornoza, explicó ayer «las personas, ante todo, necesitan comer». De ahí, que «la red de escucha y acogida, tanto civil como religiosa, más grande de la zona de la Diócesis» (como reconoció García) lance un SOS. Su equipo de 550 voluntarios lo agradecerán. Las 9.000 familias lo necesitan.