«Hay gente que solo ha visto en Aramburu un batiburrillo»

En su cabeza siempre bullen decenas de ideas. Posibles proyectos, futuros eventos que conseguirían la épica gesta de incluir a Cádiz en la liga de las grandes capitales culturales. En su imaginación, Paco Cano dibuja una ciudad diferente, moderna, contemporánea, multicultural y cosmopolita y por ahora, tiene varias claves para que esta idílica imagen se convierta algún día en realidad. La celebración el fin de semana pasado del encuentro de industrias culturales 'Cádiz Preview' ha sido un gran paso, firme y decisivo, y no solo sus artífices y promotores se han dado cuenta de las posibilidades de creación de riqueza y desarrollo que conlleva la cultura. Pese a que el balance es más que positivo -el encuentro ha registrado cerca de 10.000 visitas-, este gestor ha detectado algunas carencias y defectos de forma en el primer proyecto del colectivo Sinmurallas. Y es que para crecer hay que ser honesto y saber superarse cada día.

-¿Cuál ha sido el principal valor de 'Cádiz Preview'? ¿Qué ha aportado a la ciudad?

-Desde el principio contábamos con tres factores a nuestro favor, que seguro nos iban a garantizar un gran público. Estaba la casa Aramburu, una gran desconocida para gran parte de la población; el que se tratara de un proyecto colectivo de gente de la ciudad; y la contemporaneidad proyectada en un espacio clásico. A la gente de la cultura de esta ciudad le ha gustado ver algo de vanguardia. Ha venido todo el mundo excepto, tengo que decirlo, el concejal de Cultura, lo cual me parece muy sintomático. Estos días hemos visto una ciudad vibrante y bulliciosa. Debido a las colas, ampliamos horarios y, además, en 'Cádiz Preview' han surgido negocios y contactos. Por otro lado, otro de los éxitos ha sido la participación. Todos los que han contribuido a su desarrollo han colaborado y ayudado a los demás. Todo el mundo estaba entregadísimo. Ha sido alucinante.

-En las primeras experiencias siempre hay aspectos que limar, que mejorar. ¿Podría señalar alguno?

-Pues sí, tengo que decir que me he dado cuenta de que tengo que afinar los contenidos y profundizar en la transmisión del concepto de Sinmurallas. En esa política cultural híbrida en la que creemos, a medio camino entre el individuo y el colectivo. Hay gente que fue a 'Cádiz Preview' que pensaba que todo era un batiburrillo. Nuestro objetivo es que los ciudadanos se acostumbren a la contemporaneidad. También es verdad que es un proyecto a largo plazo. En esta ocasión, teníamos muy limitado el presupuesto, financiado de forma totalmente privada. Al final, las carencias fueron sustituidas por la colaboración.

-Creo que ya tiene echado el ojo a otro espacio emblemático en desuso...

-Sí, estoy obsesionado con la antigua estación de Renfe. Creo que desde la tradición se puede construir la vanguardia. A la hora de abordar un proyecto, lo primero que hago es darle unas bases fundacionales. Ahora me retiraré, me iré fuera de Cádiz para reflexionar y trabajar en otros proyectos antes de solicitar este espacio. Eso sí, en estos días mucha gente se me ha acercado para proponerme cosas o cederme espacios para hacer algo similar a 'Cádiz Preview'. Por otro lado, una famosa revista turística y de viajes me ha encargado hacer un reportaje sobre la ciudad alejado de los tópicos.

-Tras el convenio con el Ayuntamiento de Cádiz, ¿tiene nuevas reuniones a la vista?

-Sí, tengo que cerrar un acerdo con la Universidad de Cádiz, con quien me gustaría desarrollar unas jornadas de 'Pensamiento complejo e interdisciplinariedad', pero también quiero reunirme con la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios. Para hacer las cosas bien hay que diseñar un plan para la ciudad, que incluya a todos los sectores, económico, social, político, cultural...