«Si alquilas a los chinos, haré lo imposible por aburrirlos»
El local de una tienda china sufre un ataque xenófobo mientras los comerciantes se quejan de la proliferación de este tipo de tiendas
CÁDIZ. Actualizado: Guardar«Si le alquilas el local a los chinos, voy a hacer lo imposible por aburrirlos, denunciaré todo lo posible para que no vengan aquí». Con estas palabras, un comerciante de la calle Presidente Rivadavia advirtió supuestamente al dueño del local de 'La Predilecta' que no quería que aquel mítico establecimiento -que fue el primer supermercado de la ciudad- fuera ocupado por asiáticos. Sin embargo, el propietario del establecimiento no cedió a las amenazas. Al fin y al cabo, nadie le pagaba lo que pedía por el alquiler, excepto los chinos, que querían montar allí una tienda de alimentación. Así que se los alquiló hace escasos diez días.
Casualidad o no, hace una semana, el local (que está en pleno proceso de obras) apareció con el escaparate roto por un gran pedrusco, con pintadas por toda la fachada, en la que se podía leer insultos como «chupa pollas» y «putos chinos», y las cerraduras de la tienda bloqueadas con silicona. El dueño del local puso en conocimiento de la Policía aquellos hechos, y en su denuncia recordó -por si servía de algo-, aquellas palabras que días antes le soltó supuestamente otro comerciante cercano: «Voy a hacer lo imposible por aburrirlos».
Sea un ataque xenófobo o no, lo cierto es que ha tenido lugar poco después de que un grupo de comerciantes de la ciudad, no aglutinados bajo ninguna sigla, ni asociación, hayan hecho públicas en las últimas semanas dos polémicas notas de prensa en las que se quejaban de la «apertura incesante e indiscriminada» de comercios asiáticos, que según ellos causan un «perjuicio económico en el comercio tradicional» de Cádiz.
Estos comerciantes acusan a este tipo de establecimientos -sin citar cuáles son- de realizar una competencia desleal, de incumplir horarios, de no pagar una serie de impuestos y de emplear de manera ilegal a menores de edad. Javier Rodríguez, su portavoz, hablaba ayer incluso de que los comerciantes chinos no cuidan siquiera la estética de sus locales, acorde con el centro de la ciudad. Con estos argumentos, el colectivo presentó el lunes tres denuncias en el Ayuntamiento contra tres comercios concretos de la ciudad, que según ellos cometen irregularidades pero no son sancionados.
Curiosamente, este mismo grupo de empresarios «lamentaba y condenaba» en su última nota de prensa la agresión cometida al local de la antigua 'Predilecta', aunque lo desvinculaba de cualquier tipo de ataque xenófobo. No en vano, recordaban que «son muchas las noches en las que se parten cristales o se violentan cerraduras a los establecimientos de nuestra ciudad» y recordaba que un bar cercano de la plaza de San Antonio (cercano al local) también sufrió la rotura de un cristal recientemente.
Por su parte, los comerciantes del entorno a la 'Predilecta' tampoco ocultaban ayer su malestar por la apertura del nuevo negocio en aquel local, que lleva vacío desde hace años. Sin ir más lejos, los propietarios de una panadería cercana han presentado una demanda en el Ayuntamiento contra la nueva tienda de alimentación, antes siquiera de que abra sus puertas, para que las inspecciones sean constantes. Con todo, los empresarios de la calle rechazaban ayer en que su recelo no es una cuestión de raza ni de origen e insistían en que en la misma calle hay otros comerciantes extranjeros. Lo que les preocupa, dicen, es que los chinos dilapiden los precios.
Mientras, en el interior del local, seguían ayer las obras de adaptación para abrir cuanto antes. Los operarios también son chinos y no hablan español. A unos cientos de metros, los dueños de la futura tienda lamentaban lo ocurrido desde su otro local de alimentación, ante el Multicines el Centro. Llevan allí cinco escasos meses y ya quieren expandir el negocio.