Deportes/Mas-Deportes

El japonés Hiroshi Hoketsu, de 70 años, logra una plaza en Londres 2012 en doma

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En el Extremo Oriente la longevidad es familiar. Los japoneses, gracias a su dieta, la asistencia médica y otras facilidades prolongan su esperanza de vida entre las más altas del planeta (82,12 años). Sin embargo, la anomalía ha emergido de un jubilado de Tokio que ha logrado una plaza en los Juegos Olímpicos de Londres a un paso de cumplir las 71 primaveras.

Se trata de Hiroshi Hoketsu, un veterano jinete que ya llamó la atención en Pekín 2008 con su segunda participación olímpica a los 67 abriles. Entonces pensó que sería su última oportunidad hasta que ayer obtuvo en Tokio una plaza para Londres a falta de la confirmación oficial de la federación japonesa.

Se trata de una conquista inesperada para un japonés que decidió volver al deporte después de su exitosa carrera en varias empresas farmacéuticas. Al presentarse la jubilación decidió retomar el deporte en el que había sido olímpico en 1964 (con 23 años). En su regreso debió cambiar la modalidad ecuestre debido a sus propias limitaciones. «En el salto usas los ojos para medir la distancia entre el obstáculo y tú. Esta capacidad disminuye cuando envejeces. (..) Este no es el caso de la doma porque no tienes que recurrir a tu fuerza física y se puede hacer a una edad avanzada».

Hoketsu, quien comenzó a cabalgar a los 12 años y se aficionó a la modalidad deportiva gracias a su esposa Motoko, cuenta con varios campeonatos nipones entre sus trofeos pero el secreto de su tardío éxito parece encontrarse en su ilusión. «Para mí no es importante mi edad porque ahora lo hago mejor que antes. Hace 30 años dejé de fumar, pero siempre me ha gustado beber y comer bien. Debe ser algo hereditario de mis padres y la verdad es que tengo mucha suerte», reconoció en la rueda de prensa previa a su concurso en los Juegos de Pekín.

Descendiente de piratas

No obstante, la preparación de este descendiente de piratas ha sido tan minuciosa y exigente como él mismo. Una vez retirado de los negocios decidió dejar en Japón a su familia para entrenar en Alemania a los 62 años. «No hay ambiente hípico y las condiciones climáticas son peores», explicó a sus compatriotas al partir.

«Hoketsu peleó durante cinco años en los que su perseverancia y actitud fueron admirables. Mientras experimentó desastres como el de su animal Calando en los mundiales de 2006 [descalificado por no respetar las reglas de cuarentena] se aferró a su sueño. Encontró un nuevo caballo, creyó en nuestros entrenamiento y disciplina y logró el éxito», señaló su entrenador Ton de Ridder cuando logró su clasificación para Pekín donde su yegua Whisper (Susurro) no pasó el primer corte por su puesto 34 en la primera fase.

Para Londres confía en mejorar su clasificación mientras se acerca al récord de deportista olímpico más veterano en unos Juegos: el del tirador olímpico sueco Oscar Swahn, quien ganó una medalla de plata en Amberes-1920 cuando tenía 72 años y 10 meses. Tendría que repetir en Río de Janeiro en 2016 para superar la marca. «Hasta que tenga miedo a montar o tenga algún problema seguiré montando a caballo», avisa.