Mari Carmen está dispuesta a llevar el caso a los tribunales. :: JAVIER FERGÓ
Jerez

Una empleada municipal denuncia 'mobbing' por parte de dos compañeros

La monitora asegura que le «controlaban» y «acosaban» en el trabajo y que detrás se esconde una persecución sindical

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Para Mari Carmen Martínez Liñán acudir al trabajo cada día se había convertido en una pesadilla. Esta trabajadora municipal, que presta sus servicios en Piscinas Cubiertas como monitora de natación, llevaba un año sufriendo lo que ella considera 'mobbing' o acoso laboral, hasta el punto de que se plantea llevar el conflicto a los tribunales. Como ella misma relató a este medio, todo comenzó cuando una compañera se dio de baja y ella asumió de forma voluntaria el colaborar en las funciones que la ausente estaba desempeñando hasta ese momento.

Siempre según la afectada, este gesto no fue tomado con agrado por otro trabajador y por la propia chica 'suplantada', que a su regreso empezó junto con aquél a cerrar el cerco en torno a Mari Carmen. «Cuando ella volvió empezaron los acosos. Apuntaba a qué hora llegaba yo, a qué hora salía, con quién me reunía y me controlaba todo el tiempo, hablando incluso con el jefe para que me vigilara. El otro compañero adoptó la misma postura, e incluso un día creyó que yo me estaba quejando de él y me amenazó diciéndome que tuviera cuidado y que iba a prenderle fuego a mi casa».

Como relata, la cosa fue a mayores y el ambiente en el lugar de trabajo se hizo irrespirable, por lo que la monitora intentó tocar todas las puertas y llegó a hablar con la alcaldesa y con la delegada de Deportes, Felisa Rosado. Según ella, ambas se comprometieron a tomar cartas en el asunto y hace unos meses los dos compañeros acusados fueron trasladados a otras delegaciones.

Un traslado como «premio»

Sin embargo, esto lejos de contentar a la denunciante le ha enfurecido aún más, pues asegura que lo que el Ayuntamiento ha hecho es ascender y premiar a estas dos personas, que ahora gozan de una situación laboral más ventajosa que en el pasado. Uno de sus puestos, además, afirma que no ha sido cubierto con el aumento de carga de trabajo que ello conlleva para el resto.

Según cuenta, todo viene de lejos y encuentra su explicación en el hecho de que ella decidiera darse de baja del sindicato al que sí pertenecen los otros dos trabajadores hace algún tiempo, algo que habría encendido la mecha no solo con ellos sino también con otros representantes sindicales que tampoco estarían de acuerdo con esta decisión personal. El caso es que Mari Carmen se sigue sintiendo «amenazada y acosada», y ha sufrido varios ataques de ansiedad que además están recabando su ánimo e influyendo negativamente en su vida diaria.

Ella dispone, de hecho, de un informe sicológico realizado por el Servicio de Prevención municipal, del área de Recursos Humanos, en el que se pone de manifiesto una situación que no solo padece esta empleada sino algunos compañeros más de Piscinas Cubiertas. LA VOZ ha tenido acceso a ese documento, en el que se alude a «conductas verbales cuando menos incorrectas o inadecuadas», por parte de un subgrupo de trabajadores hacia otros.

En esta línea, el informe señala que en el entorno laboral se vive un «clima social muy deteriorado» porque hay quienes realizan funciones que no les corresponden, existe falta de organización y un control excesivo sobre algunas tareas. También se asegura que la intervención de representantes de los trabajadores en determinados momentos ha sido «poco afortunada», en la línea de no favorecer la armonía entre estos subgrupos, todo ello con una sensación de falta de equidad.

Cabe señalar, no obstante, que a pesar de esta «violencia sicológica» reconocida, los profesionales no perciben características de acoso laboral, aunque recomiendan encarecidamente que se abra una investigación más profunda para esclarecer los hechos. Esta monitora, por su parte, se agarra al informe como prueba fehaciente de que algo está ocurriendo y exige que se depuren responsabilidades y no se premie a los que considera 'culpables'; de lo contrario, afirma que no dudará en llevar el caso a los tribunales competentes.