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La plantilla de Visteon retoma las protestas al no tener respuesta de Innovación

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los trabajadores de la planta de Visteon, en El Puerto, decidieron ayer retomar sus protestas al haber expirado el plazo «más que razonable» dado a la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia para que respondiese a la propuesta que le realizaron hace dos semanas, que consistía en ofrecer a la Junta la «cesión libre» de la gestión de los activos de la empresa a cambio de que «se acuerde» de ellos en el futuro si alguna nueva compañía se interesa en los mismos.

Fuentes sindicales explicaron que la plantilla decidió ayer en pleno retomar las movilizaciones. Asimismo, plantean concentrarse ante la Delegación del Gobierno de la Junta en Cádiz hoy y no descartan tratar de aprovechar la presencia en la capital gaditana de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para solicitar su mediación e implicación en la solución del conflicto.

La compañía decidió el pasado junio el cierre de la factoría alegando nulas expectativas de negocio y escasa competitividad. La dirección de la empresa presentó en octubre un ERE contra sus 400 empleados, que fue rechazado por la Delegación Provincial de Empleo. La multinacional no ha variado un ápice sus intenciones y se encuentra ahora en preconcurso de acreedores. Los trabajadores llevan tres meses sin cobrar, mientras que la actividad es nula en la planta.

Las mismas fuentes dejaron claro que «lo único» que pretenden es que «la Junta se haga cargo de los activos a coste cero y que se involucre en la búsqueda de un inversor». Asimismo, han llamado la atención sobre la necesidad de que la Administración andaluza actúe «lo antes posible», ya que en el momento en el que se entre en concurso de acreedores los activos «no podrían cederse a coste cero», ya que se produciría «un agravio» con los demás acreedores.

Finalmente, aseguran que no encuentran «ninguna explicación» a que el consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Avila, «no haya querido recibirnos», máxime cuando, según argumentan, en su momento ha habido inversores interesados, principalmente por la cualificación técnica de la plantilla, y, por tanto, también podría haberlos en el futuro.