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Reyes regresa a su trono tras siete años de ausencia

El extremo será presentado hoy como jugador del Sevilla para las próximas tres temporadas y media

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El 27 de enero de 2004 José Antonio Reyes viajaba rumbo a Londres y durante unos ocho años solo estaría en su pueblo, Utrera, para vacaciones esporádicas. Hoy, recién estrenado el 2012, será presentado como nuevo jugador del Sevilla. En Nervión, donde debutó con 16 años siendo el futbolista más joven de la historia del club y el más precoz en marcar.

Se marchó por 30 millones un frío inverno de 2004. Lo hizo al Arsenal, donde hacía peor clima aún. Aquello fue lo que más le costó. Eso, y el idioma. Nunca fue ducho en la lengua de Shakespeare el utrerano.

Ni las clases particulares pagadas por la entidad ni su novia de aquel entonces, Remedios, que dejó su trabajo en el Corte Inglés para marchar y apoyarlo, sirvieron para adaptarse. Su madre se enteró de noche que su hijo iba camino de Inglaterra. Él iba en un avión, mientras ella estaba en casa preparándole unos huevos fritos con patatas para cenar sin saber qué ocurría. Entonces, Mari, que así se llama la matriarca, cogió un cuadro de gran tamaño del Cristo de las Aguas, y lo metió en la maleta. Dijo que le daría suerte.

Pero se equivocó. Al menos, en parte. En la segunda mitad de temporada que jugó, la falta de adaptación se compensó con los éxitos deportivos. Ganó la 'Premier' y formó parte del equipo de leyenda del Arsenal que estuvo imbatido toda la campaña. Los años posteriores fueron un infierno. Los tres millones y medio de sueldo y su casa en mitad de la campiña londinense no le eran suficientes.

Se fue al Benfica, para intentar recuperar la frescura del pasado sevillista. Aquello le abrió las puertas al Real Madrid y a la felicidad. Dos goles suyos a final de temporada dieron la Liga a los blancos. Y él volvió a las portadas.

Después ficharía por el Atlético de Madrid. Pasó del odio al aplauso. De defenestrado por Abel a recuperado para la causa por Quique Flores. Ganó la Liga Europa, Supercopa de Europa y perdió una Copa del Rey ante 'su' Sevilla. Vivió intimidado por los más radicales para acabar llevando en las celebraciones una camiseta del mismo grupo.

Porque la polémica siempre ha perseguido al veloz extremo. Como anécdota, se recuerda a su padre, Francisco, con un medallón de oro del Real Betis de grandes dimensiones al descubierto cuando recogía a su hijo del entrenamiento. Reyes era sevillista por abuelo materno. Pero desde la dirección del Sevilla se le avisó al patriarca de que se abstuviera de ese tipo de cosas, porque su hijo ya apuntaba maneras.

'Monchi' intentó su fichaje hace dos años. Tuvo que convencerlo José María del Nido en persona hace un par de meses. Reyes dio el 'sí, quiero'. Necesitaba volver. Se sacrificó por el bien del club cuando fichó por el Arsenal. Él nunca quiso irse realmente. Pero el Sevilla precisaba de una venta importante ante la deuda que tenía.

Ahora, con 28 años, regresa a Sevilla por la décima parte de lo que se fue, tres millones y medio de euros para jugar hasta junio de 2016. No solo eso. Para volver ha tenido que sacrificarse una vez más. Perdona un millón y medio de sueldo que le debía el Atlético de Madrid y además cobrará la mitad de lo que recibía allí. Se marchó siendo un jovenzuelo con su novia de toda la vida y vuelve maduro, con un niño y nueva pareja.