CÁDIZ

Detienen con droga a un confidente que denunció a un policía nacional

El grupo II de la UDYCO arrestó ayer por la mañana en la capital a Rafael M. Z. con pastillas de metadona para su venta

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un delincuente habitual está a punto de sentar en un banquillo a un inspector del Cuerpo Nacional de Policía, con quien antaño colaboró como confidente y a quien acusa de obligarle a vender droga para mejorar los resultados policiales. Sin embargo, tres años después de esa denuncia, Rafael M. Z. ha sido arrestado por traficar con pastillas de metadona. El agente al que acusó en su día ya no trabaja con él ni tampoco está destinado en las unidades que combaten el narcotráfico. Por tanto, no pudo darle orden alguna, confirmaron fuentes policiales.

La detención se produjo ayer por la mañana en Cádiz. Los agentes le intervinieron a Rafael M. Z., que cuenta con un largo historial delictivo, varias pastillas de metadona destinadas a la venta. Desde que entrara de lleno la crisis, la metadona está circulando en el mercado negro como alternativa más barata a sustancias como la cocaína. Este año, la Policía Nacional desarticulaba un punto de venta de droga a dos pasos del Ayuntamiento -calle Plocia- donde se vendía comprimidos de metadona a los toxicómanos. Y es que estas dosis se suelen administrar en los tratamientos reglados de desintoxicación para combatir los efectos del síndrome de abstinencia. En el caso de Rafael M. Z., el uso que presuntamente le iba a dar a esas pastillas no tenían ningún fin médico.

Este conocido de la Comisaría Provincial se hizo un hueco en las páginas de los medios de comunicación en el año 2008 después de que denunciara a un inspector del Cuerpo Nacional. Rafael M. Z. había trabajado hasta la fecha como confidente del policía que después acusó. Se trata de una práctica habitual entre los equipos de investigación, recurrir a delincuentes que les puedan facilitar información de relevancia que sirva para desarticular organizaciones.

Pero este individuo, ahora detenido otra vez por un delito contra la salud pública, aseguró que el inspector le obligaba a vender droga para garantizarse así detenciones. Unas afirmaciones que siempre ha negado el inspector que además se tiene que enfrentar a uno de los sindicatos policiales (SUP) que está personado en ese proceso como acusación contra un compañero; algo que indignó al Sindicato Profesional de Policía, que salió en defensa del inspector y criticó que el SUP alentara la denuncia del confidente.