Las nuevas criaturas de Pablo Fernández Pujol, en Artífice Galería

Un hombre descansa en un sofá de una lúgubre estancia. Aletargado, parece que no siente nada, que su mente está en otra parte. Quizá siguiendo encandilado las notas que emergen de la trompeta de Miles Davis. Su nombre es Pigman y no es un ser humano corriente, ya que su cuerpo está coronado por una cabeza de cerdo. Es el protagonista de uno de los cuadros del gaditano Pablo Fernández Pujol, que durante estos días muestra sus 'Metamorfases' en la galería Artífice de El Puerto. Junto a él, extraños hombres-cabra y hombres-pájaro posan con naturalidad. Estos mutantes no son sino un pretexto para hablar de una sociedad en perpetuo cambio, donde el hombre se ve obligado a sobrevivir. «Me interesan los procesos de transformación y la evolución», asegura Fernández Pujol. Internet, redes sociales, nuevas tecnologías... «Es necesario adaptarse si no quieres convertirte en un ermitaño». Desde la pasada primavera, lleva trabajando en esta línea, un proyecto que continúa una línea de creación anterior. Casi una decena de pinturas, una escultura y cinco vídeos de animación conforman una muestra que podrá verse hasta el 11 de noviembre.

La creación audiovisual le ha llevado a participar en diversos festivales de Grecia, Cuba o España. Incluso puede que exponga en el Centro de Arte Reina Sofía si su trabajo es premiado en la nueva edición de 'Cinemad'.