Una patrulla de Policía acordonaba ayer la casa de la fallecida y la calle Alfarero, donde se cometió el crimen. :: EVA LÍNDBERG
EL PUERTO

La mujer asesinada en El Puerto había sido detenida por un tiroteo entre clanes gitanos en Mérida

Huyó de la capital extremeña junto a un centenar de personas de su familia, después de que un juez la pusiera en libertad con cargos

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Ojo por ojo, dice la ley del talión que el viernes se aplicó a tiros en El Puerto, con la muerte de B. V. M, una mujer de 50 años y etnia gitana asesinada en la puerta de su casa -en la calle Alfarero- cuando volvía de hacer la compra. Como ya adelantó ayer LA VOZ , la Policía sospechaba desde un primer momento que el autor o autores de los disparos (que al cierre de esta edición aún no habían sido detenidos) pudieran proceder de Mérida para 'vengar' una muerte anterior.

Y es que la fallecida estuvo supuestamente implicada en otro tiroteo cometido a comienzos del pasado mes de agosto en Mérida (Badajoz) entre dos familias gitanas del barrio de San Lázaro (más conocido como 'El Peri'), uno de los más conflictivos de la capital extremeña. En aquel suceso murieron una mujer de 71 años y su hijo y la Policía Nacional detuvo a nueve personas, una de ellas, la mujer tiroteada en El Puerto, que sin embargo fue puesta en libertad con cargos por el juez apenas dos días después de su arresto. Su marido, en cambio, fue enviado a prisión imputado por participar presuntamente en el tiroteo.

La fallecida debía presentarse en los juzgados de Mérida cada quince días, sin embargo, poco después de salir de prisión desapareció de la ciudad extremeña, junto a más de un centenar de personas de su misma familia que abandonaron sus viviendas en el barrio de San Lázaro. El riesgo de represalias era tal, que la Junta de Extremadura tapió una veintena de las casas abandonadas para evitar saqueos. Sin embargo, al parecer, el paradero de B. V. M. parece que fue descubierto por la familia rival.

Ayer, una vecina de la calle Alfarero, donde todavía yacían esparcidos los restos de la compra que llevaba la mujer cuando fue abatida a tiros, relataba cómo hace un mes, en la playa de La Puntilla, le llamó la atención «una gran caravana de furgonetas y 'Patrols', todas con matrículas de Mérida». Los mismos vehículos que, varias horas después, vio frente al chalé de B. V. M, que ayer seguía precintada por la Policía Nacional.

«Había muchísima gente entrando y saliendo de la casa. Yo diría que unas cien personas. Pensamos que sería una boda gitana o algo así. Mi marido quería que nos fuéramos, porque nos metimos en internet y vimos una noticia de una matanza en Mérida y que se habían quedado vacías diecinueve casas. Entonces pensamos que eran los mismos».

Esta misma vecina, que prefiere permanecer en el anonimato, fue testigo el viernes de algunos detalles del asesinato. Por ejemplo, asegura que desde las cinco de la tarde, ella y su marido vieron a un individuo, aparentemente joven, apostado frente de la casa de la fallecida, sentado sobre un colchón viejo que ayer seguía en un solar de la calle. «Nos extrañó verlo allí tanto tiempo, como si esperara a alguien. Pensamos que estaría cogiendo bichos como los que se utilizan para ir de caza. Pero no hablamos con él».

«No oímos ninguna pelea»

Alrededor de las ocho, escucharon un disparo. «No hubo ninguna pelea, ni gritos como se ha dicho, al menos nosotros no oímos nada de eso», explicaba ayer esta vecina, en referencia a la violenta pelea que refirieron las personas que dieron el primer aviso del crimen en el teléfono de emergencia 112, desde el que alertaron a la Policía Nacional y a la Policía Local. Cuando los agentes llegaron a la zona, la mujer ya había sido tiroteada.

«Mi hija se vino corriendo a la puerta y yo con ella. Entonces vimos al hombre de la puerta pasar corriendo por delante de la verja, tapándose la cara. No cogió ningún coche, se fue corriendo», refería ayer esta testigo. Otro vecino aseguraba ayer que en la casa residían alrededor de cincuenta personas: «Siempre me dio la impresión de que huían de algo, que habían venido aquí a esconderse. Y al parecer, así era».

El cadáver de la fallecida fue trasladado en la misma noche del viernes al Instituto de Medicina Legal en Cádiz, donde se le practicó ayer la correspondiente autopsia. La Policía Nacional de la comisaría de El Puerto sigue investigando y buscando al autor o a los autores de este crimen a sangre fría, a todas luces un ajuste de cuentas. Aunque, si se confirma la sospecha de que podría tratarse de personas procedentes de Mérida, vinculadas a la familia que sufrió la muerte de dos personas, la búsqueda podría complicarse.