Cádiz, a ritmo de tango

A los ignorantes en materia de baile le debe chirriar que el tango, esa música y baile caliente, sensual y sobre todo, argentino, tenga en la fría Finlandia legiones de seguidores. Pues sí, el país nórdico está considerado como uno de los países con más tradición de este género con el que ya se mueven millones de parejas en el mundo. Una de ellas, la formada por los bailarines gaditanos Alberto Sahagún y Cristina del Castillo es la única española que participará en la Cumbre Mundial del Tango que se celebra esta semana en Sëinajoky (Finlandia).

De carácter bienal, este encuentro es todo un festival de cultura. Música, danza y poesía en torno al género bonarense. No hay concurso, solo exhibición de los que en la actualidad están considerados como los nombres más respetados de este mundillo. Y ahí tienen su hueco AlyCrisTango, que es el nombre artístico de estos gaditanos que demostrarán sus habilidades el día 2, en una jornada en la que, además, intervendrá el poeta argentino Horacio Ferrer. Alberto y Cristina han sido invitados expresamente por la organización tras comprobar sus dotes artísticas en el pasado Festival de Tango de Jerez. Los seleccionadores destacaron la «elegancia y sentimiento» de su baile.

Similitud con el flamenco

La fiebre de los gaditanos por el tango comenzó hace 10 años, cuando decidieron apuntarse a uno de los numerosos talleres de baile de salón que se imparten en la mayoría de ciudades españoles. Ahora, una década después, son ellos los profesores de una clase del mismo colegio en el que se iniciaron, el San Felipe Neri. La afición fue poco a poco creciendo, hasta que decidieron seguir estudiando con una compañía de Sevilla. «Desmitificamos la dificultad del tango, condicionado por las exhibiciones. Es muy duro el primer año, pero si te sigue gustando, después es mucho más fácil», sostiene Alberto Sahagún, que compara este baile con el flamenco. «Se trata de entenderlo, de escuchar mucho, empaparse de todo lo que significa. Se puede bailar de forma académica, pero el buen bailarín es el que verdaderamente siente lo que está haciendo».

En la actualidad, hay milongas repartidas por toda la provincia de Cádiz. Se puede practicar en Jerez, Puerto Real, San Fernando, Chiclana y por supuesto en la capital. «Por esta razón se organizan estos festivales, para demostrar que no hace falta ser argentino para bailar el tango, que es universal», cuenta el bailarín que, junto a su pareja, es un habitual de las noches del Utopía, en Benalup. Esta semana realizan su viaje más largo para enseñar en Finlandia el arte gaditano, a ritmo de tango.