La tumba de Armengual se suponía que yacía bajo el altar mayor. :: M. C.
Sociedad

La mujer que ardió espontáneamente y la tumba del suntuoso ajuar

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El caso de la niña momia no es el único suceso extraño que se asocia a la Parroquia de San Lorenzo. Aunque este que nos ocupa no parece haber calado mucho en los vecinos gaditanos, existen otros que a lo mejor los más mayores recuerdan como viejas historias o leyendas que han viajado durante años de boca en boca.

Al parecer, a finales del siglo XVIII, el sacerdote que estaba en aquel momento fue llamado a acudir a una casa del actual barrio de El Balón. Allí se encontró lo más extraño que había visto en su vida, el cuerpo calcinado de una mujer, que al parecer había muerto por combustión espontánea. Esta es una de las anomalías que más han quitado el sueño a los amantes de lo paranormal, ya que implica que un cuerpo humano vivo comience a arder súbitamente, sin una fuente de ignición externa, sino que el fuego es producido por calor generado internamente, sin conocerse la causa.

La otra historia que rodea a la iglesia hace referencia a la tumba del obispo Lorenzo Armengual, quien propició la construcción de la Catedral nueva y la parroquia de San Lorenzo. Armengual quiso yacer tras su muerte bajo el altar mayor, pero parece que su cuerpo no está exactamente ahí, ya que al levantar su lápida unas sinuosas escaleras llevan a una pared tapiada. La leyenda dice que detrás del muro no solo está su ataúd, sino que al cuerpo del obispo le acompaña un suntuosísimo ajuar.